El plan de vuelo del avión de la tragedia, lleno de anomalías

“La autonomía no era la adecuada, faltaba un plan alterno, el informe fue mal llenado y era necesario hacer varios cambios”, según se supo

El plan de vuelo presentado por la aerolínea Lamia, antes de emprender el viaje que llevaría a la muerte a 71 personas, entre ellos 19 miembros del plantel del equipo brasileño Chapecoense, recibió cinco observaciones por parte de una funcionaria de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea de Bolivia (Aasana) en Santa Cruz de la Sierra, a pesar de lo cual, autoridades superiores autorizaron el despegue.

Según el informe firmado por la funcionaria Celia Castedo Monasterio, al que tuvo acceso el diario boliviano El Deber, el plan de vuelo presentado por el despachador de la empresa Lamia, Alex Quispe (uno de los siete tripulantes fallecidos), mencionaba los siguientes problemas: “La autonomía de vuelo no era la adecuada, faltaba un segundo plan alterno, el informe fue mal llenado y era necesario hacer varios cambios” en el esquema.

El matutino accedió al informe elaborado por Castedo, donde “describe sus cuestionamientos y las respuestas que le dio Quispe una hora antes de que el avión despegara de Viru Viru transportando a 22 periodistas, 22 dirigentes y acompañantes del equipo de fútbol, 22 integrantes de la plantilla del Chapecoense y nueve miembros de la tripulación”.

El cuestionamiento principal estuvo referido a la escasa autonomía de combustible que tenía la aeronave, dado que el avión iba a despegar con la cantidad justa para las 4:20 horas de vuelo previstas.

En su texto, Castedo asegura que Quispe le explicó que el capitán del vuelo, Miguel Quiroga (también fallecido en el accidente), le había dado esa información y que el tiempo les alcanzaría.

“No señora Celia, esa autonomía me han pasado, nos alcanza bien... Así nomás lo presento, lo hacemos en menos tiempo, no se preocupe. Es así nomás, tranquila, eso está bien, ahí nomás déjemelo”, consignó además la operadora de Aasana en su informe, al dar cuenta de las respuestas de Quispe a sus observaciones.

“Pero pese a las observaciones de Castedo, al final el documento pasó a manos de las personas que se encargaron de controlar el vuelo por 15 minutos en territorio cruceño, luego pasó a control nacional hasta su salida del país por Cobija, momento en el que las autoridades de control aéreo de Brasil se hicieron cargo de la nave, que pasó a su territorio por la zona de Porto Velho”, consignó el matutino.

En tanto, el gerente de la empresa Lamia, Gustavo Vargas, volvió a insistir en que “aún no entiende por qué el avión no se reabasteció de combustible en Bogotá, como estaba previsto en el plan de vuelo”.

Alex Quispe
Celia Castedo Monasterio
El Deber
Gustavo Vargas
Miguel Quiroga
Navegación Aérea
Porto Velho
Santa Cruz
Servicios Auxiliares
Viru Viru

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE