El mundo con la mira puesta en Italia y Austria

El plebiscito sobre la reforma constitucional en Italia y las eleccones presidenciales en Austria tienen en vilo al mundo, por el temor a una crisis política y el avance de la ultraderecha en Europa.

Casi 50 millones de italianos están habilitados para votar hoy en un referendo no obligatorio para decidir la aprobación o no de la reforma constitucional impulsada por el primer ministro Matteo Renzi, con la que busca reducir los costos de la política y dar agilidad y estabilidad al gobierno, en una elección que puede significar un plebiscito sobre la gestión del premier, quien podría renunciar en caso de una derrota.

Un total de 46.714.950 de italianos pueden concurrir a las urnas en 61.551 secciones electorales entre las 7 y las 23 locales (de 3 a 19 de Argentina) para elegir por sí o por no a la pregunta sobre la reforma que plantea la reducción de los miembros del Senado de 315 a 100, la elección semidirecta de sus miembros y la disminución de sus funciones legislativas con el objetivo de generar un ahorro de 500 millones de euros al año y dar agilidad y estabilidad a un país que tiene un tiempo medio de sanción de leyes de 30 meses y que ha tenido 63 gobiernos desde la fundación de la República, hace 70 años. Además, plantea una reconfiguración del mapa administrativo del país, con la supresión de provincias y mayores facultades al gobierno central.

PRESIDENTE DE AUSTRIA

En tanto, Austria celebra la repetición de las elecciones presidenciales, probablemente las más importantes en su historia, ya que el ultranacionalista Norbert Hofer podría convertirse en el primer presidente de la extrema derecha en Europa.

Tras casi 50 interminables semanas de campaña electoral, unos 6,4 millones de austríacos con derecho a voto se dan cita en las urnas para elegir entre Hofer, un ingeniero aeronáutico de 45 años, y el ecologista Alexander Van der Bellen, un antiguo catedrático en Economía.

El pasado 22 de mayo, el antiguo líder del partido “Los Verdes” se impuso a su rival ultranacionalista por solo 31.000 votos de diferencia (50,35 % contra 49,65 %).

Sin embargo el Tribunal Constitucional decidió invalidar el resultado y convocar una repetición de los comicios.