El maestro de Favaloro

Académico, ensayista y divulgador científico, pero fundamentalmente médico cirujano, sus operaciones eran definidas como de un virtuosismo sin par

Como muestra, tal vez baste con un solo ejemplo: Federico Enrique Bruno Christmann no solo fue un extraordinario cirujano, sino que fue el maestro del mismísimo René Favaloro.

Este excepcional médico platense nació el 30 de diciembre de 1898, hijo de Enrique F. Christmann y Adela Hartkopf, y fue en 1917 cuando ingresó a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), recibiéndose de médico en 1923.

Fue asistente en las cátedras de Anatomía en la UNLP (1924) y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (1927), y en ese mismo año comenzó a trabajar como médico residente en el Hospital Rawson para, en 1930, pasar al Hospital Policlínico de La Plata, hoy Hospital San Martín. Y allí, en 1938, fue designado jefe de cirugía.

El propio Favaloro mencionaba en vida una y otra vez que Federico Christmann había sido su gran maestro, y que de él había aprendido la simplificación y estandarización que aplicaría después a la cirugía cardiovascular.

Es que justamente Christmann fue un cultor de la simplificación y estandarización en la técnica quirúrgica, y cuando se le preguntaba por ello solía afirmar que “para ser un buen cirujano hay que ser un buen carpintero”.

Y fue tan brillante en la práctica como en la docencia. Entre 1929 y 1934 fue profesor de cirugía clínica en la UNLP, y entre 1932 y 1939 fue también médico del Hospital Italiano, aunque también fue presidente de la Comisión de Investigación Científica de la Universidad y siguió vinculado a la actividad académica de la UNLP, donde también ejercería el decanato en 1960.

Entre sus muchas actividades, fue miembro del Instituto Médico Platense desde 1939; vicepresidente del VII Congreso Nacional de Medicina y presidente de la sección Cirugía (1942); vicepresidente de la Sociedad Médica de La Plata en 1929, 1947, 1954 y 1964; secretario en 1930 y la presidió en los períodos 1931, 1942, 1943 y 1948. Fue también miembro de la Sociedad de Cirugía de Buenos Aires, de la Academia Nacional de Medicina y presidente de la Asociación Argentina de Cirugía.

Otra de sus facetas la desarrolló en la publicación de material científico. En ese sentido, en 1929 escribió en colaboración con Carlos Ottolenghi, Juan Manuel Raffo y Gunther von Grolman, el libro Técnica quirúrgica. Ese manual alcanzaría gran difusión al punto que se afirmaría que “de los médicos graduados en las universidades argentinas hacia la mitad del Siglo XX en adelante, pocos habrá que no hayan estudiado o no conocieran el texto Técnica quirúrgica, del profesor Federico Christmann”.

Otra de sus facetas la desarrolló en la publicación de material científico. En ese sentido, en 1929 escribió en colaboración con Carlos Ottolenghi, Juan Manuel Raffo y Gunther von Grolman, el libro Técnica quirúrgica

Fue así que también, entre 1939 y 1943, escribió en 6 volúmenes sus Archivos de Clínica Quirúrgica, obra que alcanzó una preferencia similar al anterior en el ámbito universitario, y en 1942 publicó con Gregorio Aranés su libro “Temas de cirugía de urgencia”.

Del mismo modo, se dedicó a investigar acerca de la salud del general José de San Martín, lo que se vio reflejado en sus obras “San Martín desde el punto de vista médico” (1950); y el artículo “La salud de San Martín y la medicina de su época” (1976).

Pero también desarrolló sus virtudes como escritor en otros temas, como que en 1979 escribió “El vasco Gorostiague”, una biografía del doctor Santiago Gorostiague, quien fuera rector de la UNLP; y en 1982 publicó sus “Vivencias y testimonios (de mis últimos 80 años)”, además de numerosos artículos relacionados directa o indirectamente con su profesión, entre ellos “Patología de la mufa” y “Ensayo sobre la “Mufa”, a partir del tango de César Tiempo, “Nadie puede”.

Académico, ensayista, pero fundamentalmente médico cirujano, sus operaciones eran calificadas como “virtuosas”. Una anécdota del doctor Eduardo de Santibañez, uno de sus discípulos, lo pone de manifiesto, al contar un episodio relacionado con una clase magistral desarrollada por Christmann cuando hacía ya tiempo que no operaba.

“El anfiteatro estaba repleto y el silencio era signo de respeto y casi de adoración -narró de Santibañez- cuando Christmann dijo “hace mucho que no opero, así que no esperen velocidad, pero el nadador que ha aprendido un estilo y se desentrena, pierde la velocidad, pero no el estilo”… y siguió lo que para mí fue una sinfonía ejecutada a la perfección”.

En 1927 se había casado con Petra Margarita de Lázaro, y otro año importante en su vida fue el de 1949, cuando creó la “Fundación Christmann”. La particularidad de esta institución, además de su obra, es que sus miembros se reunían en una casa que también sería muy famosa, la de su amigo, el doctor Pedro Domingo Curutchet, considerada una de las principales obras del arquitecto Le Corbusier.

Reconocido por su especialidad en clínica quirúrgica no solo en nuestra ciudad sino en gran parte del mundo -fueron numerosas las sociedades médicas de distintos países que lo distinguieron- el doctor Federico Christmann falleció en nuestra ciudad el 18 de abril de 1987.

Buenos Aires
Federico Christmann
Hospital Policlínico
Hospital Rawson
Hospital San Martín
La Plata
René Favaloro
Universidad Nacional

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE