Crimen de Montañita: habrían encontrado burundanga en los cuerpos de las jóvenes

Una versión difundida desde la tarde de ayer indica que se habría hallado escopolamina, droga también conocida como burundanga, en los cuerpos de Marina Menegazzo y María José Coni, las chicas mendocinas asesinadas en febrero en Montañita, Ecuador.

La sustancia, que actúa como depresora del sistema nervioso central  y puede anularle la voluntad a una persona o dormirla, en ocasiones es utilizada por delincuentes para robar o abusar de sus víctimas.

Un medio de prensa porteño dio a conocer esta tarde la versión y en una nota que publicó en su edición on line señala que mantuvo contacto con familiares de las chicas  quienes señalaron que no pueden confirmar la versión “hasta ver el expediente”.

Otro familiar confirmó que  la nueva fiscal del caso quiere tener el resultado de la nueva autopsia antes de permitir repatriar los cuerpos, por lo que no los podrán traer hoy, como estaba previsto.

Marina Menegazzo y María José Coni habían partido juntas a sus vacaciones y así serán también veladas, en la misma sala de calle Maipú de la ciudad de Mendoza, según tienen previsto sus familias. 

Las chicas habían desaparecido el 22 de febrero, cuando avisaron a sus familias que viajarían en micro hacia Perú, para luego tomar un avión. Desde entonces, no se supo nada de ellas hasta que una semana más tarde la policía encontró sus cuerpos. Las primeras pericias señalaron que las jóvenes fueron asesinadas a golpes, con "premeditación y alevosía". Estaban cubiertos con bolsas y cintas de embalar, a pocos metros de la playa.

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Pocas horas después, la policía local detuvo a Aurelio Eduardo Rodríguez (39), alias "El Rojo",  y Alberto Segundo Mina Ponce (33), quien aseguró ser el autor de los crímenes. Ambos están procesados porhomicidio agravado. Sin embargo, los familiares de las chicas siempre desconfiaron de la rapidez con que los investigadores ecuatorianos encontraron a los supuestos culpables y llevaron adelante su propia investigación. Los abogados no descartan la posibilidad de que hayan sido víctimas de una red de trata de personas.