Misión cumplida: Estudiantes ya está donde quería por ser sólido y confiable

Por MARTIN MENDINUETA
OPINION

Aún sabiendo que su desempeño en Santa Fe quedó lejos de la excelencia, a Estudiantes lo acompaña la tranquilidad de haber realizado una gran campaña. Muy pocas cosas son casuales en el fútbol y este segundo puesto del “Pincha” no integra dicha lista. La cantidad de derrotas (apenas dos), es sólo uno de los índices que reflejan el andar seguro y confiable que supo mantener. Este equipo nació el último verano. Bajo el sol de City Bell se amalgamó con los refuerzos y los jóvenes del club promovidos al plantel superior por Nelson Vivas.

“Al principio del torneo fueron pocos los que nos tuvieron confianza”, repitieron públicamente en los últimos días Gastón Fernández y Leandro Desábato, ineludibles referentes del plantel albirrojo. Es verdad, pero era tan prudente como razonable esperar a verlo en acción para luego establecer un diagnóstico. ¿Acaso ellos estaban tan seguros de cómo iba a responder en el campo una formación bastante diferente a la que decidió abandonar Gabriel Milito?

El rodaje propio de la competencia hizo crecer al “León”. El primer rasgo positivo tuvo nombre y apellido: Santiago Ascacíbar. El “Rusito” encandiló a todos desde su aparición en el torneo de verano. Sedujo sin excepciones. ¿A quién no le gusta como juega ese número cinco? A nadie. Observadores propios y extraños al sentimiento por la camiseta albirroja coinciden en subrayarlo como una de las últimas grandes apariciones del inagotable semillero argentino. El rubio casi albino pareciera burlarse de su propia inexperiencia. Debutó en Primera como haciendo un trámite. Con llamativa naturalidad patrulla el mediocampo y no se cansa de robar pelotas. Así de simple. En algunos partidos rindió de modo brillante, pero en todos (y aquí radica su principal mérito) fue eficaz orientando su despliegue hacia el beneficio colectivo. Brilla solo, pero juega para el equipo. Ascacíbar ya tiene un lugar de privilegio en el corazón de los hinchas.

Además, Mariano Andújar recuperó su enorme estatura futbolística, Jonathan Schunke se mantuvo en un nivel elogiable, Israel Damonte supo ser el “villano” de la mitad de la cancha que todo equipo necesita tener, Gastón Fernández brilló en momentos clave y Lucas Viatri, bastante discontinuo, tuvo algunas apariciones de real jerarquía.

LO MEJOR LO HACE POR DERECHA

Un párrafo aparte merecen los refuerzos Facundo Sánchez y Augusto Solari. LLegaron sin generar desmesuradas expectativas y han rendido un montón. El ex-Tigre y el ex-River supieron construir un tándem fundamental. La banda derecha resultó el camino más seguro hacia el arco rival. Las más lúcidas combinaciones se generaron por esa “autopista” y el gol de Juan Ignacio Cavallaro ante Unión no hizo más que refrendar la fórmula del éxito.

Ambos jugadores sufrieron algunos baches, pero merecen que el club invierta en sus fichas. Se complementan a la perfección y son parte de la formación base. Sánchez y Solari evolucionaron mucho en este campeonato y eso, lógicamente, le hizo bien al equipo.

Leandro Desábato y Leandro González Pirez están bien los dos. El “Chavo” saca una pequeña luz de ventaja gracias a su todavía inoxidable vetaranía.

Otro tema: el director técnico prefirió a Leonardo Gil en lugar de Lucas Diarte y las diferencias que se aprecian no son mayúsculas. Carlos Auzqui y Cavallaro representan alternativas diferentes por el sector izquierdo del ataque. Carlitos es fortaleza y entrega constante; Cavallaro, en cambio, es más fino y menos intenso. El debate por ese lugar se ha vuelto más interesante debido a los aciertos que viene mostrando el autor de la última conquista.

NADIE LO ATROPELLO

Estudiantes sólo jugó decididamente mal frente a Huracán. También cayó ante Lanús (ganador indiscutido de la Zona 2), aunque el empate hubiera sido lo más justo en aquel opaco debut. El resto de la competencia lo mostró con luces y sombras dispares. Su poderío radicó en no perder jamás la línea, ni la imagen de una formación bien plantada en la cancha. En el clásico lo ayudó mucho Andújar, y justo para eso está un arquero, para sacar a sus compañeros de situaciones incómodas.

Ningún rival lo llevó por delante. Eso también encierra una gran virtud. La condición de ser confiable para sus hinchas constituye un atributo muy valorado que genera optimismo. De eso se trata. Todo Estudiantes tiene confianza en que logrará la clasificación a la Copa Libertadores de América. Con ese estado anímico viajará para enfrentar a los mendocinos. Su elogiable recorrido en el torneo Transición es el aval que ostenta de cara al último examen del semestre.