Dos buenas noticias en medio del caos
| 16 de Agosto de 2016 | 01:01

Por EDUARDO TUCCI
ENFOQUE
¿Podrá ser el punto de partida de la reconstrucción que pide a gritos el fútbol? Esperemos que si. Así como en su momento su renuncia nos dejó vacíos, perdidos, al borde del precipicio, el anuncio de Lionel Messi y los conceptos que acompañaron su decisión reimpulsan las ilusiones en un momento clave que nos encuentra atravesando un camino lleno de espinas.
Mientras, en el marco de la locura imperante, analizan empezar el torneo con la segunda fecha y jugar la primera a principios de 2017 (¿...?) resta saber si quienes tienen a su cargo el manejo de la situación harán una lectura correcta de lo ocurrido. Quienes pueblan la escenografía plagada de egoísmos, impericia y confrontaciones que nos ofrece la Casa mayor del fútbol tendrían que sacar provecho de la buena nueva que llegó desde España para apuntalar el renacimiento de la Selección y de toda una actividad sacudida por los desatinos.
Aquella comunicación escrita del rosarino anunciado su decisión de volver a vestir la celeste y blanca fue la mejor noticia de cara al futuro y a la transformación que pide a gritos el deporte más popular de los argentinos. “Hay que arreglar muchas cosas”, tiró simple y directo la Pulga. Ya lo había dicho durante la disputa de la Copa América del Centenario, frente a las impuntualidades y la desorganización imperante, pero los que mandan se hicieron los distraídos.
Resultará imprescindible sumar la voz autorizada de Messi para volver a poner el fútbol en el camino correcto después de tantas calamidades. La última, no menos patética que muchas otras, significó la eliminación temprana en los juegos Olímpicos hasta donde llegamos con un cuerpo técnico de emergencia y un equipo que se fue conociendo en el avión que los llevó a Brasil.
Fue positivo el paso que dio Bauzá a pocas horas de quedar consagrado como nuevo conductor de la selección mayor y correcta la respuesta y los conceptos del capitán que volvió a bajar línea tal como lo había hecho en la previa de la final con Chile enojado por la desorganización. “Hay que arreglar muchas cosas de nuestro fútbol argentino, pero prefiero hacerlo desde adentro y no criticando desde afuera”, advirtió.
Sería productivo que Messi, vital con la pelota en los pies, se acostumbre a sumar su aporte afuera de la cancha para apuntalar una reconstrucción que resulta imperiosa. El fútbol argentino está necesitado más que nunca de su protagonismo. Que Messi haya vuelto ha sido una muy buena noticia, que esté decidido a hacerse escuchar será vital.
La última decisión del capitán del equipo nacional viene a confirmar lo que dicen quienes lo conocen en profundidad: Lio quiere más la camiseta de la Selección que la del Barcelona, un club muy pegado a sus sentimientos y en el que ganó ni más ni menos que 27 títulos. Ahora está de vuelta, con ganas de jugar y de sumar su aporte para subsanar los problemas que nos aquejan. Las dos, son muy buenas noticias...
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