Búfalos y lemures en las peleas del Concejo Deliberante

Las polémicas en las sesiones del deliberativo local no tienen descanso: esta vez los concejales del oficialismo y la oposición se envolvieron en acaloradas discusiones con ejes en la situación del Zoo, el escrache al presidente, Mauricio Macri, y la compra de un desfibrilador para el palacio municipal.

Más allá de la diversidad de los temas de la discordia y las diferencias de posturas, los cruces volvieron a tener como uno de los protagonistas centrales al presidente del cuerpo, Fernando Ponce, quien, al igual que en la sesión anterior, bajó a su banca para responder críticas, aunque también admitir “posibles irregularidades” en el manejo del Jardín Zoológico.

El tema se inició por un pedido de informes por parte del edil del FpV-PJ Gabriel Bruera para que el Ejecutivo explique por qué trasladó animales sin autorización del Concejo. Y si bien su par del PRO Julio Irurueta argumentó que los ejemplares “no eran patrimonio de la Ciudad sino ´préstamos´de otro Zoológico”, Ponce decidió contestar y anunciar él mismo la presentación de un proyecto que regula la reconversión del Jardín. Interrumpido por las quejas, dijo que incluirá un “referendum a posteriori” sobre los traslados. Pero también admitió que “si bien los dos lemures eran platenses, en el caso del búfalo -también trasladado- “pudo haber habido alguna irregularidad, que vamos a subsanar”.

El anuncio acrecentó la polémica, y las críticas fueron y volvieron en varios rounds, hasta que otro tema sumó al recinto más controversia: un repudio a las agresiones que sufrió Macri en Mar del Plata. El expediente se votó en medio de un tenso tironeo en el que el FpV-PJ-NyP pretendía repudiar también sus dichos sobre la última dictadura, a lo que Ponce se negó tajante. Sin embargo, el massismo logró aprobar la lectura en la sesión de los fundamentos de una dura declaración para con el Presidente de Luciano Sanguinetti.

Una gota colmó el vaso e hizo estallar a la edil del FpV-PJ Silvana Soria. La concejal se enojó porque no comprendía por qué el cuerpo se negaba a votar un beneplácito presentado por Pedro Borgini por la actuación de una empleada municipal que la semana pasada le salvó la vida a una compañera que sufría un ataque cardíaco, al practicarle maniobras de reanimación. “No entiendo por qué no aprobamos ese reconocimiento. Si es porque el proyecto pide comprar un desfibrilador, me pregunto: ¿Tan mal estamos que no podemos comprar el aparato?”, remató indignada.