La guerra narco tras el secuestro del hijo del Chapo

El audaz movimiento de un cártel mexicano de la droga en ascenso al secuestrar al hijo del encarcelado Joaquín “Chapo” Guzmán ha encendido las alarmas ante una posible ola de violencia por el desafío directo al Cártel de Sinaloa. El secuestro parece ser el último golpe para socavar la autoridad del encarcelado capo de la droga y ocurre poco después de que hombres armados entraran a la casa de su madre en el estado de Sinaloa, en el norte del país, y le robaran vehículos y otros bienes de valor en junio último en un episodio que también se atribuye a la puja entre las bandas criminales

El fiscal del estado occidental de Jalisco, Eduardo Almaguer, confirmó que Jesús Alfredo Guzmán Salazar (29) estaba entre los seis hombres secuestrados en un restaurante del balneario de Puerto Vallarta, en la costa mexicana del Pacífico. Los secuestradores pertenecen al cártel rival Jalisco Nueva Generación.

El secuestro de Jesús Alfredo Guzmán parece ser el último golpe para socavar la autoridad del detenido capo de la droga

El poder y alcance de la organización de Jalisco, conocida como CJNG, creció con rapidez en los últimos años, a menudo en competencia directa con el grupo de Guzmán, que es considerada desde hace mucho la pandilla de narcos más poderosa de México. El CJNG, nacido en 2010 como una escisión del de Sinaloa, está liderado por Nemesio Oseguera “el Mencho” y realizó numerosos ataques contra las fuerzas federales, como una emboscada el 19 de marzo del año pasado en la que murieron cinco gendarmes y dos civiles en Jalisco. “Lo sucedido podría indicar una escalada”, afirmó Samuel Logan, socio gerente de la consultora de seguridad Southern Pulse, acerca del secuestro. “Es un movimiento muy audaz”.

Los analistas pronostican que aumentarán los enfrentamientos del narco en Guadalajara, capital de Jalisco, porque Jesús Alfredo Guzmán nació y se movía por Zapopan, uno de los municipios de la zona metropolitana de Guadalajara, que suma 4,5 millones de personas. Según el fiscal Almaguer, siete hombres armados irrumpieron en una celebración a la que asistían 16 personas en el exclusivo restaurante La Leche, en la zona hotelera de Puerto Vallarta, en la madrugada del lunes. Separaron a las nueve mujeres a un lado y tomaron a los siete hombres, uno de los cuales al parecer escapó. Según las autoridades, no se tiene conocimiento de que se haya solicitado un rescate.

El Cártel de Jalisco se labró una reputación por sus ataques frontales contra las autoridades del estado, pero también se ha establecido en zonas lejanas como Veracruz o Baja California Sur. El secuestro sería el último indicio de que el poder del Cártel de Sinaloa se está desgastando. Se dice que el Chapo administraba sus actividades desde la cárcel hasta que se escapó por segunda vez en 2015, y cuando fue recapturado se le impusieron medidas de seguridad más estrictas en el penal de Ciudad Juárez, en la frontera con EE UU, en el que está alojado.

Jesús Alfredo Guzmán lleva años en el radar de las autoridades. En 2009, EE UU lo acusó de tráfico de drogas en Chicago, junto a su padre y a otros líderes de su organización. En 2012, en virtud de la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico, el Departamento del Tesoro estadounidense lo describió como lugarteniente de su padre. Ese mismo año, marines mexicanos arrestaron por error a un vendedor de autos usados y lo presentaron a la prensa como Jesús Alfredo.

Almaguer indicó que las autoridades siguen trabajando para confirmar las identidades de dos de los seis hombres secuestrados. Los rumores apuntan a que el hermano mayor de Jesús Alfredo, Iván Archivaldo Guzmán (33, alias el “Chapito”), está también entre las víctimas.

Si se confirma que Iván Archivaldo está en la lista de secuestrados, los responsables tendrían al menos a dos de los herederos del Chapo, que se cree están quedándose con el control de partes de su imperio.