Martínez Poch negó haber abusado de sus hijas cuando eran niñas
| 22 de Agosto de 2016 | 21:22

El disc jockey Jorge Cristian Martínez Poch negó hoy haber abusado y corrompido a sus hijas cuando eran niñas, en tanto que también rechazó la acusación de su ex pareja abogada, quien asegura que la violó y golpeó cuando la mantuvo cautiva durante casi dos meses en 2013.
Al declarar durante varias horas ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de La Plata, la estrategia del DJ apuntó a negar las imputaciones que le hacen sus dos hijas, descalificando el entorno materno y atribuyéndole el origen de estas acusaciones.
"Mis hijas me acusan de otra cosa que yo no les puedo dar: que no tienen madre, porque no les pude dar una sobrevida mejor, porque mi núcleo familiar es muy distinto al de los Alemán (apellido de su fallecida esposa), me acusan de falta de afecto, pero no fue fácil, están envenenadas por mi suegra, porque me detestó desde el momento uno", aseguró Martínez Poch (54).
"Ni remotamente abusé de mis hijas", dijo el imputado y precisó que "no hubo tocamientos" y no recuerda haber visto alguna vez a las chicas "desnudas".
Además, dijo que ellas dormían en su propia habitación, rechazando así las acusaciones de que lo hacían en su cama y que hubieran presenciado actos sexuales de él con otras mujeres.
"Las chicas eran pegajosas y la madre las corría con una escobita y les decía ´callate cachuchita`", contó el imputado, tratando de despertar una sonrisa entre los integrantes del Tribunal.
En otro tramo de la declaración, negó también haberles exhibido pornografía y subrayó: "Mis hijas saben muchísimo de películas, las únicas películas condicionadas que vieron fueron tres, que no sé si son condicionadas: Torrente 1, Torrente 2 y Torrente 3, de Santiago Segura, porque me parecía una sátira divertida".
Previamente, el DJ contó cómo conoció a la madre de sus dos hijas y sostuvo que la familia de la mujer funcionaba como un "matriarcado", lo que para él era contrario a la forma de crianza que quería para las niñas.
Tras detallar el cáncer que padeció su esposa y que finalmente ocasionó su muerte, explicó cómo debió criar solo a sus hijas, con ayuda de sus padres y aceptó que no fue "un padre omnipresente".
"Ellas crecieron solas, carentes de madre; las crié solo, los domingos las llevaba a que almorzaran con sus abuelos maternos, pero yo no me quedaba porque con mis suegros no me llevaba bien", apuntó.
Tras un cuarto intermedio, el imputado también negó enfáticamente haber tenido secuestrada y haber maltrado y abusado de la abogada Vanesa Rial (41), que fue su pareja en 2013.
Martínez Poch dijo que Rial era "una persona encantadora", pero que tenía algunos "problemas" que él puntualmente, durante la relación, intentó que los pudiera superar.
Relató que le fue presentada por un amigo en común y que enseguida la llevó a vivir a su domicilio. "Esa noche yo dormí en el sillón y ella en mi cama", remarcó.
Dijo además que en ese tiempo ella "nunca faltó a su trabajo" y que, cuando se lo requería, hasta la pasaba a buscar para luego ir a cenar o bien asistir a algunos acontecimientos propios de su actividad profesional.
"Debía tener cuidado de que no cometiera excesos", dijo Martínez Poch, aunque sin especificar si era a raíz del consumo de sustancias prohibidas.
Cuando se le pidió que precisara qué había sucedido en los días del mes de septiembre de 2013, cuando Rial asegura que la tuvo cautiva en un departamento de La Plata, negó enfáticamente haberla golpeado y abusado de ella.
"No sé cómo esto derivó en una privación ilégitima de la libertad", afirmó el acusado.
Pero cuando se le leyeron las lesiones que los médicos habían constatado en la denunciante, comentó que las escoriaciones que tenía en las rodillas fueron producto de que "se arrojó de la moto en movimiento" en que se desplazaban.
En cuanto a las lesiones genitales y anales, dijo que habían sido producto de una "relación fogosa" y que los golpes que presentaba en ambos pómulos se los produjo una mujer que la atacó sin mediar palabras en un lugar bailable platense.
"Ella salía a todos lados a hacer compras, toda la ciudad la vio, incluso le regalé dos teléfonos y hasta disponía de mi dinero", agregó el acusado.
Desde que comenzó el juicio, Rial y las hijas de Martínez Poch detallaron, en audiencias extensas, los tormentos y abusos a los que las sometió el hombre, que fue sacado de la sala para no intimidarlas.
El juicio continuará el próximo lunes 22 a las 9.30, cuando serán los alegatos de la fiscalía, el particular damnificado y la defensa del imputado.
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