Investigan la muerte de un hombre en una celda de la comisaría Sexta

Un hombre de 41 años murió ayer en un calabozo de la comisaría Sexta, de Tolosa, donde estaba alojado con otros ocho detenidos desde la madrugada del lunes.

Enterado del caso, el fiscal Marcelo Romero fue a la seccional de 1 entre 528 y 529 y ordenó algunas medidas para aclarar el episodio, además de la autopsia, que ya realizaron los forenses de la Asesoría Pericial (Policía Científica no puede intervenir en estas causas) y cuyo informe se conocerá en las próximas horas, dijeron fuentes judiciales. Por lo pronto, distintos voceros anticiparon que el hombre “no tenía lesiones visibles”, excepto un golpe en la cabeza que “podría haber sufrido al desvanecerse”.

Es que la versión oficial es que murió por un “paro cardiorrespiratorio” alrededor de las 3 de la mañana, aunque su familia duda de esa posibilidad.

El fallecido fue oficialmente identificado como Jorge Maximiliano Velázquez (41), quien había sido detenido por policías del Comando de Patrullas a la 1.40 del lunes, cuando conducía su Peugeot 206 gris acompañado por dos hombres, uno de 16 años. Según figura en la denuncia, a la que este diario tuvo acceso, el auto fue demorado en 66 y 118, después de que una pareja de jóvenes denunció que cuando caminaban por 13 entre 48 y 49 los había interceptado un coche de esas características, de donde bajaron dos sujetos que los amenazaron verbalmente para robarles un celular.

Los policías que realizaron las detenciones describieron en su informe que en poder de uno de los que viajaban como acompañantes en el auto secuestraron una cuchilla, pero no mencionan que hayan recuperado el teléfono.

El hermano de Velázquez, en cambio, contó a EL DIA que el domingo a la noche “Jorge había cenado con un amigo, y cuando lo llevaba a su casa se encontraron en el camino con dos conocidos de este muchacho”, a quienes “también se ofreció a llevarlos”. Según la versión que conoce el hermano, en el trayecto esos desconocidos “le pidieron (a Jorge) que parara en un kiosco para comprar cigarrillos, bajaron, y cuando volvieron le dijeron ‘arrancá’. Después los paró la policía”.

Velázquez trabajaba en la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada (DIPREGEP), “había sido padre hace poquito y estaba enamorado de ese bebé. También había sido abuelo”, comentó su hermano, agregando que “estaba tan avergonzado de lo que pasó que no quiso ni avisar a su trabajo”.

Estaba previsto que ayer lo indagara la fiscal de Flagrancia Maribel Furnus, en la causa caratulada “robo agravado por la participación de un menor”.

Romero ordenó tomarle declaración a los ocho hombres que compartían calabozo con Velázquez, ya que ellos pueden confirmar o descartar la versión oficial, al resto de las personas que estaban en la dependencia y al médico policial. Al momento del hecho, en la comisaría había un total de 24 detenidos. Todos serán trasladados hoy.

La normativa indica que los detenidos no pueden permanecer más de 48 horas en dependencias policiales, pero eso ocurre “siempre”, confiaron fuentes policiales, “porque la alcaidía nunca da cupos”.

“Los calabozos están superpoblados”, completó Romero, sin pasar por alto que “es una poblemática que ocurre en toda la provincia, por lo que solicitamos tanto al ministro de Seguridad como el de Justicia que encuentren una solución paliativa”.