Perdió con San Lorenzo y Verón salió lesionado
| 28 de Enero de 2017 | 02:03

Mar del Plata Especial
L a despedida de Estudiantes de Mar del Plata no fue para nada feliz. No sólo porque perdió su partido 1-0 contra San Lorenzo, por la Copa de Oro. Lo peor fue la lesión que sufrió Juan Sebastián Verón promediando el primer tiempo: una distensión en el posterior de su pierna izquierda, que lo sacó de la cancha y muy probablemente lo aleje del equipo para el inicio del torneo.
Verón fue a buscar una pelota sobre el sector derecho del mediocampo. Le pegó con la pierna derecha y al caer hizo un esfuerzo con la zurda. Quedó tendido en el piso, de inmediato hizo una seña al banco de suplentes y se fue sin que ningún médico se lo indicara.
No hubo parte médico ni lo habrá en lo inmediato. Pero el presidente y capitán de Estudiantes sufrió un desgarro que lo alejará de las canchas por unas semanas, lesión que le pone un interrogante a su deseo de volver a jugar de manera continuada.
¿Puede Verón jugar con la intensidad que exige el fútbol profesional? ¿Le alcanza con la jerarquía de su pegada? ¿Puede jugar amistosos, copa y torneo? Preguntas que hoy no tienen respuestas.
Lo concreto es que antes y después de la lesión de Verón, no fue bueno el partido de Estudiantes, que prefirió esperar en su campo a San Lorenzo para apostar por alguna contra. Otra vez, como el sábado pasado ante Boca, dejó una imagen desteñida y con muchas cosas por corregir si es que quiere seguir siendo protagonista en el torneo y realizar una aceptable Copa Libertadores.
El Pincha, en esa misión de esperar agazapado, se olvidó algo que tan bien hizo el torneo pasado: presionar sobre la pelota. No lo hizo la pareja de volantes central y tampoco los extremos. Por eso el Ciclón llevó la pelota de una punta a la otra a lo ancho de la cancha y en su primer remate al arco marcó el gol: el pibe Ezequiel Avila, desde afuera del área, con rebote en Jonatan Schunke que descolocó a Mariano Andújar. Iban apenas 9 minutos.
Intentó reaccionar el equipo de Nelson Vivas, pero con poca pimienta y sin sorpresas. Y con una alarmante falencia a la hora de trasladar la pelota. Lo mejor que mostró fueron los ataques de Facundo Sánchez por derecha y algunos pincelazos del pibe Ahumada por la izquierda. Nada más y demasiado poco.
Tuvo dos posibilidades de empatar y una muy clara de quedar 0-2 en el primer tiempo. Primero el travesaño salvó a San Lorenzo tras un cabezazo de Leandro Desábato y segundos después Sebastián Torrico mandó la pelota al córner cuando Sánchez metió un frentazo dentro del área chica. También se aproximó Ignacio Bailone con un remate cruzado desde la derecha que pasó cerca. Pero en una contra, sobre el final de ese período, Mariano Andújar con su pierna derecha sacó lo que era el gol de Nicolás Blandi. No estuvo fino ni prolijo Estudiantes, en otra prueba de este verano 2017 a olvidar rápidamente.
Nada de nada
En el segundo tiempo el Pincha logró un poco de equilibrio, con los ingresos de Israel Damonte (ya en el final del primer tiempo) y de Iván Gómez. Pero como en el anterior período no tuvo un generador de fútbol, ya que Matías Ahumada quedó muy solo, sin un compañero con quien elaborar juego.
Sólo mediante la pelota parada pudo asustar a San Lorenzo, como la semana contra Boca. En cada tiro libre y córner los centrales Desábato o Schunke fueron una molestia para los defensores de San Lorenzo. Pero está claro que no tuvo situaciones claras ni momentos de dominio. Y lo peor: ni Dubarbier ni Aguirregaray fueron ejecutantes con criterio.
Del otro lado el equipo del uruguayo Aguirre no hizo demasiado y apeló al juego brusco para frenar los intentos de arrebatos futbolísticos de su rival. Por eso no llamó la atención que Nicolás Blandi, por un codazo en la cara de Nicolás Talpone, viera la tarjeta roja. Era el único jugador amonestado y el primero en dejar la cancha. Fue una muestra clara de lo flojo de un segundo tiempo que no dejó nada de nada.
Los minutos finales no aportaron demasiado. Estudiantes sólo se acercó con algún tiro de esquina y San Lorenzo se abrazó a un triunfo que no le sirvió demasiado, porque en definitiva el campeón de la Copa de Oro fue Boca, con un gol de ventaja.
Ya es anécdota el verano. Pero para Estudiantes dejó demasiadas cosas para analizar además de la lesión de Verón que le pone un gran interrogante a su futuro: Nelson Vivas deberá trabajar -y mucho- para que su equipo recupere la identidad que perdió hace un tiempo.
Los 28 minutos de la Brujita Verón en cancha no fueron buenos. Le costó hacerse de la pelota y no pudo ejercer presión en defensa
Verón tuvo una distensión en el posterior izquierdo. Le harán estudios. No hay tiempos de recuperación
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