El mejor hizo lo suyo, que ahora lo imite el resto

Atrás quedó un ciclo para olvidar: técnicos, dirigentes y demás jugadores, responsables

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La Selección se clasificó al Mundial y el país está feliz. Después de días de sufrimiento e incertidumbre, el equipo hizo pie en la altura de Quito, logró un triunfo memorable y sacó pasaje directo a Rusia 2018.

El principal responsable fue Lionel Messi, el mejor jugador argentino (tal vez el único con real jerarquía), el capitán que no canta el himno y erra goles. Pero el único que juega, el que apila rivales y el que anoche hizo todo bien: tres goles para meter a la Argentina en el Mundial.

Leo fue el único héroe en un lío enorme, que casi nos deja sin nada. No le sobra mucho a esta Selección, pero los desaciertos dirigenciales, los planteos vergonzosos de los entrenadores y la falta de actitud de algunos jugadores nos puso contra las cuerdas. Argentina, hasta los 19 minutos del partido, se estaba quedando afuera de la máxima cita futbolística.

Por eso la noche de Quito tendría que ser el comienzo de algo mejor. No se pueden hacer las cosas tan mal. No se puede cambiar de entrenador tres veces en un mismo ciclo, no se pueden equivocar tanto los técnicos a la hora de las convocatorias y no pueden fallar los jugadores.

Es verdad que este plantel tuvo mucha mala suerte, sobre todo al perder tres finales seguidas, dos en la Copa América y una en el Mundial. ¿No pudo haber ganado alguna? Claro que sí.

Desde el final de Brasil 2014 hasta anoche se hizo todo mal. Hacía rato que el equipo no transmitía nada como anoche. Es verdad que el rival fue de lo peor y le dio todas las ventajas posibles, pero el equipo tuvo personalidad (arrancó perdiendo a los 42 segundos), fútbol (Messi la rompió) y coraje (aun con errores se defendió con el alma). Después de mucho tiempo todos nos sentimos parte de la Selección otra vez. Gracias a Messi, el vecino gritó los goles, el de la esquina tocó bocina y la señora de enfrente se abrazó con su marido.

Atrás quedaron las salidas de Martino y Bauza, los bochornos en el Sub 20, los jugadores de fiesta tras perder un partido y los dirigentes declarando en forma desafortunada. Messi marcó un camino, ojalá que todos pueden seguirlo. Rusia no está tan lejos y será la última chance para él. No lo dejen solo otra vez.

DEJAR LA SOBERBIA

También los jugadores deberán aprender a mirar para adelante. Por los dichos de unos pocos periodistas que pasaron la barrera de lo permitido, dejaron de hablar con el resto. Fue un largo silencio que se prolongó anoche, inclusive después de consumado el triunfazo en Ecuador.

Para construir un nuevo seleccionado y soñar con un futuro mejor deberían reconocer errores, bajar un cambio y mirar para adelante sin tantos rencores.

 

447´
Cuando Lionel Messi puso el 1-1 parcial ante Ecuador a los 12 minutos del primer tiempo, la Selección Argentina cortó una racha de 447 minutos sin hacer un gol propio, ya que dos fechas atrás ante Venezuela el tanto había sido en contra.

 

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