Un nene muerto y toda su familia con quemaduras por un incendio
Edición Impresa | 14 de Octubre de 2017 | 02:08

Cuando una joven pareja y tres chiquitos se fueron a dormir el jueves a la noche en una casilla de la periferia de Los Hornos, varias prendas de vestir todavía húmedas quedaron secándose a pocos centímetros de una estufa eléctrica.
Esa rutina a la que tantas veces apelaron -sobre todo en los meses de invierno- los dueños de una casilla de chapas y madera ubicada en 81 bis entre 140 y 141, desencadenó en una verdadera tragedia, que le costó la vida a un nene de 5 años y gravísimas lesiones a sus hermanitos.
También tuvieron que recibir asistencia la mamá de los nenes, Micaela Paiva, de 23 años, y la pareja de ella, Damián Lezcano, de 19.
Familiares y vecinos dijeron a este diario que el drama se desató entre las 2.30 y las 3 de la mañana de ayer, aparentemente por un desperfecto eléctrico que terminó por convertir a la casilla en un infierno de fuego, humo y gritos.
El pequeño fallecido fue oficialmente identificado como Ian Paiva (5). Sus hermanitos son una nena de 7 años y un varoncito de 3.
Por lo que pudo saber este diario en el lugar de los hechos, los que sufrieron las heridas más graves son Lezcano, que está internado en el Pabellón del Quemado del hospital San Martín, y el nene de 3 años, alojado en la sala de terapia intensiva del Hospital de Niños.
Familiares, vecinos y voceros policiales aseguraron que ambos se encuentran en estado reservado. En cambio, se afirmó que la mamá de los chicos ya fue dada de alta en el San Martín y que su hija de 7 años permanece en el Hospital de Niños, pero “fuera de peligro”.
la reaccion de los vecinos
Maximiliano Romero (28) vive con su familia en una casilla de madera ubicada en la parte trasera de la casa de las víctimas. Allí estaban durmiendo cuando se despertaron sobresaltados por una explosión, “entre las 2.30 y las 3 de la mañana”.
Saltaron de la cama y, desesperados, advirtieron que sus vecinos estaban atrapados por las llamas que vertiginosamente iban envolviendo a la casilla, mientras el humo denso y negro dominaba el lugar.
No fueron los únicos testigos del drama. Otros vecinos del barrio también presenciaron aterrados esta situación y algunos de ellos, como tres muchachos de entre 18 y 21 años, asumieron el compromiso de intentar salvar a esa familia.
“Ellos corrieron hacia acá y patearon una ventana de la casilla, provocando un estruendo que despertó a la pareja”, recordó Maximiliano, sin pasar por alto que “así fue como los dueños de la casilla alcanzaron a sacar a tiempo a dos de los chicos”.
Claro que en medio de esa maniobra ni la pareja ni los nenes salieron ilesos: “Todos padecieron sofocones y quemaduras”, explicó un jefe policial.
Maximiliano apuntó que rompieron “una pared para tratar de sacar al chiquito de 5 años”, pero “al entrar nuevamente a la casa ya estaba fallecido en el piso”.
Atravesado por la desazón, el muchacho rescató que “de no ser por esos tres jóvenes del barrio, que despertaron a los padres al romper la ventana, hubiera muerto toda la familia”.
Maximiliano aclaró que “el fuego no llegó a nuestra casilla por la orientación del viento. Solamente quedó en parte tiznada, pero estamos todos mal”.
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