Para los automovilistas fue otro día insufrible en la Autopista La Plata

Un siniestro vial ocurrido ayer entre dos vehículos a la altura de Diagonal 74 y 120 provocó fuertes demoras para llegar a la Ciudad a través de la Autopista Ricardo Balbín, pero también puso de relieve las continuas complicaciones en una vía que parece ser insuficiente ante el caudaloso flujo vehicular que recibe.

En ese contexto, la traza que comunica La Plata con la capital federal presentó ayer filas de autos que se extendieron por varios kilómetros y que ocasionaron retrasos de más o menos una hora. Pero ese cuadro no es atípico, se reitera varias veces por semana.

Como consecuencia de los accidentes también es usual asistir a operativos en los que se reduce la calzada. Por caso eso es lo que sucedió ayer en el kilómetro 37,5 del ramal Gutiérrez sentido a Ruta 2.

Detrás de cada embotellamiento en la Autopista La Plata - Buenos Aires hay un sinfín de contratiempos para centenares de personas.

Desde empleados que llegan tarde al trabajo - lo cual ocurre cada vez más a menudo - hasta pacientes que pierden turnos de atención médica.

Las consecuencias de las demoras para completar el viaje van mucho más allá del dolor de cabeza que causa estar obligado a esperar sobre la traza que el tránsito avance a paso de hombre.

El mismo panorama de incertidumbre lo padecen quienes deben hacer el trayecto en micro y, al llegar a la parada, se encuentran con largas colas.

Es ahí cuando todos especulan con la posibilidad de que la autopista esté bloqueada, que haya algún piquete, un accidente o el avance de las obras reduzca la circulación.

Otro punto constante de las quejas de los usuarios es la falta de información sobre lo que está ocurriendo cuando se ven sorprendidos por un imprevisto piquete en medio del trayecto. Además, desde hace tiempo la Autopista es escenario de la presencia de ovejas, vacas y caballos que deambulan peligrosamente sobre los bordes de la cinta asfáltica.