Una mirada crítica de la Ciudad, la violencia y la Justicia en el Tedéum

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Reparos a los festejos con rock; pedidos a las autoridades a que permanezcan despiertas y cumplan la misión que les encomendó el voto ciudadano; críticas a la Justicia - a la que calificó como “distraída”- y un llamado a defender la Ciudad soñada por los fundadores fueron algunos de los ejes planteados por el arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, quién encabezó el Tedéum que se realizó ayer al mediodía en la Catedral, en el marco del 135º aniversario de La Plata.

“El festejo será una sesión de rock, cumbia. Pan y Circo. Era el programa de la antigua Roma para la plebe. Y si no hay pan, que por lo menos no falte el circo. Me arriesgo a que me descalifiquen como exquisito. ¿No hay ofertas mejores?. ¿Por qué no convocar a la Plaza en orden a animar el aniversario, a la orquesta y el coro estable del Teatro Argentino para ejecutar la novena sinfonía de Beethoven y ofrecerle a los vecinos, a los jóvenes especialmente, que quizás nunca pisen el Teatro, belleza verdadera?”, se preguntó Aguer, quien agregó: “contamos con notables artistas en La Plata que quizás actuarían gratis, por amor al arte y a la ciudad. Gratis o sin duda con un costo infinitamente menor que el misterioso expendio que se ha hecho. No quiero molestar a nadie con este comentario”.

En la primera fila estuvieron escuchando el mensaje el intendente Julio Garro, junto a Fabián Perechodnik, secretario general del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires; el presidente del Concejo Deliberante, Fernando Ponce; el secretario de Hacienda municipal, Pablo Gorosito; y el secretario de Obras y Servicios Públicos de la Comuna, Luis Barbier.

Aguer también se refirió a la pobreza y sus múltiples ejemplos, y a la violencia que parece haberse adueñado, como un hecho cotidiano, de nuestra sociedad, los accidentes de tránsito, los femicidios, el asalto, el arrebato, la difusión maléfica de la droga. No hay soluciones mágicas para remediarlos. Pero cada uno de nosotros, en especial quienes desempeñan responsabilidades de gobierno, está llamado a hacer fructificar su talento, desinteresadamente, porque somos solamente servidores, llamados a hacer, sin “agachadas” ni disculpas vanas, lo que debemos hacer”.

También se refirió a la “Justicia distraída”, a “qué pensarán los fundadores si pudieran ver la actual ciudad con el amuchamiento indigno en sus crecientes periferias”.

 

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