La mirada de un sobreviviente del Pacocha, quien permaneció 24 horas en el fondo del mar

Comparó la situación que le tocó vivir en 1988 cuando su nave fue hundida por un pesquero, con la que estaría atravesando el ARA San Juan

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Roger Cotrina, un sobreviviente del accidente que sufrió hace casi 30 años el submarino peruano Pacocha, afirmó que “la situación de máxima emergencia es que la nave tenga una vía de escape de agua” que la inunde “o un incendio que la colapse y quede incomunicada”.

Cotrina sobrevivió a la tragedia del Pacocha luego de que un pesquero japonés lo chocara y lo hundiera en el fondo del mar.

El marino y sus camaradas permanecieron 24 horas a oscuras en el fondo del mar y varios de ellos nadaron a pulmón libre desde unos 45 metros de profundidad para salir a la superficie. Murieron 8 de sus 52 tripulantes.

Respecto al manejo de las tensiones que se viven dentro del submarino, aclaró que “toda la situación de emergencia es liderada por el comandante de la unidad o quien le sigue en antigüedad, y por nuestra formación estamos acostumbrados a vivir situaciones de riesgo”.

En referencia a las posibilidades sobre lo que podría haberle ocurrido al submarino Ara San Juan, dijo que “puede haber ingresado agua, el submarino ganó peso y se puede haber asentado en el suelo”.

Otra de las alternativas es que “haya emergido, debido al aire comprimido que se introduce en los tanques y lo sacan a flote, que el buque esté incomunicado en superficie y se dificulte su hallazgo por la tempestad o que el oleaje haya accidentado al personal”.

“En algún momento se tiene que localizar a flote o en el fondo, además de que cabe la posibilidad de que puedan inducir señales luminosas que sean detectadas por el grupo de rescate”, detalló Cotrina.

Sobre las bengalas, dijo que se pueden lanzar desde las máximas profundidades, ya que los submarinos pueden operar hasta 300 metros.

Además, el marino agregó que los submarinos poseen una boya de señalización “donde figura el nombre de la nave, eso sube a la superficie y quizás no se encuentra también debido al mal tiempo y las grandes olas”.

EL ESCEPTICISMO DE UN EX VICEALMIRANTE

Por su parte, el ex vicealmirante Antonio Mozzarelli consideró ayer que el submarino ya no llegará Mar del Plata, donde estaba previsto que hace dos días acabase su viaje.

Aunque por prudencia no quiso detallar el porqué de su conclusión, Mozzarelli, -quien participó de la inspección de una reparación efectuada al submarino ARA San Juan que culminó en 2014-, señaló diversos aspectos que a su juicio llaman la atención, entre ellos, que la tripulación no haya golpeado el casco del submarino, ni salido a superficie ni tampoco lanzado bengalas.

“Un golpe en el casco ayudaría a encontrarlo ya que podrían detectar su ruido y localizarlo”, aseguró.

En cuanto a salir a la superficie, Mozzarelli afirmó que “quizás eso no se hizo” porque la meteorología no lo permitió.

Sostuvo que “el mal clima solo puede afectar a la nave en caso de una emergencia que precise una interrupción de la inmersión”.

Y un elemento que falta es el lanzamiento de bengalas, porque si bien fue vista una blanca en medio del océano, si hubiera procedido del ARA San Juan tendría que haber sido roja.

El ex vicealmirante descartó que las malas condiciones meteorológicas o la falta de oxígeno puedan afectar por sí mismas al ARA San Juan: “Es un submarino que está diseñado para cumplir 70 días de inmersión continuada”, indicó.

Sobre el oxígeno y la capacidad de la nave, “es cierto que si no renovaron el aire tienen 7 días, pero adentro tienen botellones y cápsulas que les darían más tiempo”.

Además, describió que el ARA San Juan “puede navegar en aguas de hasta 720 metros de profundidad”, y que el área de búsqueda del submarino tiene un promedio de 200 metros.

De esta manera, negó que la nave haya tenido un problema con la presión del agua causada por una inmersión a profundidades superiores a las que puede tolerar.

 

 

 

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