Rutas: ¿destino hacia la invalidez?

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Por DR. NORBERTO FURMAN
Doctor en kinesiología y fisiatría

Se espera todo el año para salir de vacaciones, ¿qué cuesta esperar un poco más? ;¿Que importancia tiene si el trayecto se hizo en cuatro o seis horas?, ¿Que orgullo existe en presumir de llegar en menos tiempo que otros?.

Seguramente, estas serían las conclusiones de un hospitalizado, que en su convalecencia tiene mucho tiempo para pensar.

Lamentablemente, esto no se piensa antes, se ve el objetivo de llegar y no la forma de como hacerlo. Si pegáramos un vistazo a las estadísticas de accidentes en rutas al mismo tiempo que acomodamos las balizas, el matafuego, el portaequipajes etc, las cosas serían distintas, ya que por estas casualidades, pensaríamos que no solo le pasa al vecino sino que también a nosotros nos puede pasar.

Hoy con la tecnología moderna, se construye coches de alta complejidad, que desarrollan velocidades significativas, y parecería ser que la imprudencia nos atrae, tal sentido, hacia destinos insospechados.

Como librarnos de esto y como llegar a destino sin inconvenientes, pasa exclusivamente por la responsabilidad, la paciencia y las ganas de vivir.

La industria automotriz crea elementos que disminuyen riesgos; los apoya cabezas son uno de ellos. En una colisión de atrás, se produce una sucesión de acontecimientos, el impacto mueve bruscamente la parte inferior del cuerpo hacia adelante, la cabeza por inercia, queda normalmente en su sitio y siendo el cuello un elemento delgado y flexible se quiebra dando lesiones graves que van del dolor a la muerte.

Las altas velocidades en los autos, suelen terminar en bajas velocidades en un sillón de ruedas

Entendamos que siempre un accidente toma desprevenido al conductor y a su familia, impidiendo poner en funcionamiento el espasmo muscular protector, ya que al sentir momentáneamente, la inminencia del accidente protege el cuello y disminuye la acción pendular de la cabeza.

Los cinturones de seguridad son otros de los dispositivos para disminuir riesgos, estas cintas permanecen sin uso ya que no se les da la importancia que realmente tienen.

Los cinturones mantienen a la persona en posición correcta, la más adecuada para reducir los riesgos de traumas en todo tipo de accidente.

El hecho es que, la posición tensa, erecta, atenta y mirando siempre hacia adelante, es la única actitud incuestionable de seguridad.

Hoy se estudia, en pistas de prueba, la forma de disminuir riesgos con coches a control remoto, expuestos a aceleraciones excesivas, con chimpancés conectados a censores, a fin de ver los cambios fisiológicos, durante un viaje, con materiales que resisten los impactos, con volantes autoquebrables o tanques de nafta con enrejado expansivo, para evitar explosiones.

Un sinnúmero de aparatologías al servicio del hombre y en contra de su propia irresponsabilidad.

Ese hombre tiene la opción de elegir, no como el chimpancé, que solo se somete pero que sin duda, si se le diera la oportunidad de elegir, evitaría riesgos en pos de su supervivencia.

Cuando el hombre comprenda que lo peor que pueda pasarle es que no muera en el accidente, también entenderá que caminar despacio por la vida es patrimonio de cada uno de nosotros.

Las altas velocidades en los autos, suelen terminar en bajas velocidades en un sillón de ruedas. Felices vacaciones.

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