Cierres de ciclo, nuevas agendas y desafíos pendientes
Edición Impresa | 3 de Diciembre de 2017 | 04:17

Por LAURA ROMOLI
lromoli@eldia.com
El Concejo Deliberante será esta semana protagonista indiscutido del escenario político local. A un día del recambio legislativo, los actuales integrantes del cuerpo votarán los proyectos de Presupuesto 2018, el aumento de tasas y el pliego de licitación para el futuro contrato de recolección de residuos. El pedido del intendente para que sea este Concejo -y no el que vendrá al día siguiente- el que vote ese paquete se condice a rajatabla con la modalidad que eligió la gobernadora Vidal para la votación del Presupuesto y la fiscal impositiva en la Legislatura, que también se llevó a cabo antes de que asuman los nuevos diputados y senadores.
Con todo, así como en la Provincia el 41 por ciento de los votos de la última elección le darán a Cambiemos un panorama más favorable, en la Ciudad, el 48 por ciento obtenido en octubre le otorga a Garro un Concejo con mayoría propia ante una oposición atomizada. Con las particularidades locales puntuales, los cambios de gabinete que Garro prepara también revisten los lineamientos trazados por la mandataria provincial, consistentes en la reducción de un 30 por ciento de los cargos políticos. En simultáneo a ese anuncio, el jefe comunal unificará además la secretaría general con la jefatura de gabinete y designará reemplazos de varios funcionarios que dejan sus cargos para asumir como concejales, salvo el de la secretaría privada, cuya vacante continuaría hasta el año que viene. Es que, como toda sábana corta, la materialización del triunfo de Cambiemos que se plasmará el jueves con la jura de los ediles electos pone en evidencia el talón de Aquiles de Garro: la falta de un equipo lo suficientemente sólido para hacer frente a la ocupación de cargos ejecutivos y legislativos que implica el aluvión amarillo devenido de las urnas.
“En el Palacio de calle 12 son más los cargos vacantes que los dirigentes para cubrirlos”
Una vez acentuados estos cambios de gabinete, el coordinador general Oscar Negrelli, quien asumirá el volante de todas las áreas de la gestión e instrumentará la agenda de temas centrales que Garro planea tratar en 2018. El funcionario ya está tan empapado en su rol que, por caso, ya usó en un par de ocasiones el despacho de la cuestionada y todavía jefa de gabinete, Natalia Vallejos, en estos días, de viaje por luna de miel. En su libreta de notas ya hay dos anotaciones que en este diario se han adelantado: el Código de Convivencia municipal, una suerte de renovación del Código Contravencional que impulsa el Intendente para ordenar la vida urbana desde el tránsito a los residuos y la actividad comercial, y cuyo proyecto podría estar listo para ingresar en el Concejo Deliberante en febrero.
El ordenamiento de estas cuestiones será central para la gestión local, junto con la discusión de la reforma del Código de Ordenamiento urbano, que el Intendente busca para mitad de 2018, con la idea de impulsar el desarrollo urbano “a lo alto” de varios barrios no céntricos de La Plata. “Lo urgente no debe tapar lo importante”, dicen que dice en su círculo cercano. Y que, si bien no hay ningún expediente redactado, anticipa una opinión al respecto: “Todas las ciudades del mundo crecen hacia arriba”.
Estos dos puntos, junto a la inseguridad, serán los temas de los que enfatice la gestión municipal del año próximo, dado que en este período que arranca las partidas para obras provenientes de los gobiernos nacional y provincial no serán igual de generosas que en 2017.
En el peronismo local la reaparición del ultra K, Julio Alak -ex ministro de Justicia de Cristina Kirchner- quedó enredada en una denuncia judicial.
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