No frenan los asaltos en la zona de la comisaría Novena

El joven que el jueves robó un almacén en 6 y 59, el viernes repitió la maniobra en otro de 6 y 68

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La seguidilla de robos que viene castigando a vecinos y comerciantes en inmediaciones de la comisaría Novena sumó un nuevo capítulo en las últimas horas.

El nuevo blanco fue un almacén que funciona en 6 y 68, donde habría actuado el mismo ladrón que apenas un día antes cometió un golpe prácticamente idéntico en otro local de ese rubro situado en 6 y 59, a una cuadra de la seccional.

El dato surgió del material que grabaron las cámaras de seguridad de ambos comercios y el aporte de testigos que al cruzarse con el ladrón de 6 y 68 lo reconocieron por el video del otro asalto, que difundieron las redes sociales y este diario.

“Tenía hasta la misma chomba gris que usó en el otro almacén”, comentó un testigo.

Con respecto al último asalto, la víctima fue una amiga de la dueña del negocio, que estaba detrás del mostrador cuando ingresó el ladrón, a las 3 de la tarde del viernes y pulsó tres veces el botón antipánico, pero el patrullero llegó “40 minutos después”, comentó indignada.

“Primero tomó una Coca Cola de envase chico, me preguntó el precio y simuló ser un cliente que la iba a pagar. Pero al llegar al mostrador, sacó un arma y me pidió la recaudación”, recordó la mujer.

Sin chances de poder resistirse, porque el intruso la mantenía encañonada, la víctima le entregó “los 800 pesos que había en la caja registradora, además de un celular”.

Creyó que su penuria terminaría ahí y entonces, pero increíblemente, como desafiando la posibilidad de que alguien de afuera advirtiera lo que pasaba y avisara a la Policía, el asaltante se tomó el tiempo de llevar a la víctima hasta el baño y ordenarle que no se moviera de ahí.

Luego se puso a revisar otros sectores del almacén en busca de más dinero y ni siquiera se inmutó cuando advirtió que un hombre y una chica tocaron el timbre para entrar a hacer sus compras.

“Me dijo que saliera del baño y atendiera a los clientes”, recordó la mujer, que en ese momento estaba convencida de que el asaltante iba a aprovechar las circunstancias para escapar. Pero no fue así.

Por lo que contó a este diario, el recién llegado le pidió fiambres y mientras ella lo cortaba, el ladrón permaneció inmutable a un costado, tomando la gaseosa que había pedido un rato antes.

Recién unos minutos después, al ver que el delincuente miraba hacia la calle, “le pregunté si le abría la puerta y por suerte aceptó irse”, agregó.

Enterado de lo que acababa de pasar el cliente salió a correrlo, pero no lo encontró. Cuentan los testigos que “corrió hacia la avenida 7, dio la vuelta a la manzana y se perdió de vista”.

“Este hombre estuvo ocho minutos acá y en ese lapso toqué dos veces el botón antipánico. Pero recién a los 40 minutos llegó un patrullero”, denunció la damnificada.

EN UN SUPERMERCADO

Ayer al mediodía, en un supermercado chino de 55 entre 8 y 9, a pocas cuadras de los hechos anteriores aunque en jurisdicción de la comisaría Primera, dos motochorros concretaron un asalto tan audaz como increíble.

Según contó el dueño, Sebastián (28), él había ido al fondo del negocio cuando irrumpieron los ladrones, quienes “aprovecharon que en la caja sólo había una clienta esperando”. Así, en 10 segundos “bajaron de la moto y se llevaron la caja registradora completa”, confirmó.

 

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