Los Hornos: planean una marcha por la inseguridad

Jorge Flores habló ayer del caso que terminó con su hijo baleado. Pidió soluciones

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Sabido es que Los Hornos rankea como una de las localidades de la Región donde más se padece la inseguridad. Quizás uno de los negocios donde más veces robaron sea un supermercado que cuenta con 86 casos denunciados, más una docena que no fue notificada a la Policía. El último asalto fue el martes a la noche y terminó con un joven de 25 años, hijo del dueño, con un tiro en un pie.

Eran las 20.15 y faltaba poco para que cerraran el local de 142 entre 69 y 70. Los ladrones no tuvieron ninguna intención de camuflarse: llegaron de a cinco y en dos motos. Cada uno tenía un arma en la mano. Dos se quedaron afuera y los otros tres abordaron a Jorge Flores, el dueño, y a sus dos hijos.

“Estaban totalmente sacados y fueron violentos todo el tiempo. De una caja sacaron dos mil pesos y en la otra no había nada. Por eso se enojaron y querían romper todo”, relató el comerciante.

Tan acostumbrados y resignados están a la inseguridad en ese negocio que ni siquiera les hicieron caso a los ladrones cuando les ordenaban tirarse al suelo. Dos clientes fueron testigos de todo.

“De repente grité que ya estaba viniendo la Policía, se asustaron y se fueron. Por suerte fue así, porque si no nos iban a empezar a pegar, a ponerse peor”, evaluó Jorge.

Los delincuentes huyeron en dirección a 69. Con bronca, la familia salió a perseguirlos. “Eso fue lo peor. Les molestó que los siguiéramos y por eso uno le pegó un tiro en el tobillo a uno de mis hijos”, sostuvo el dueño del negocio.

Según Jorge, el primer policía demoró 20 minutos en llegar, en un patrullero pero sin acompañantes y de civil. En ese móvil trasladaron al joven al San Juan de Dios, donde se comprobó que no sufrió ninguna lesión severa.

Entre las decenas de asaltos que hubo ahí, uno de los más violentos data de fin de año pasado. Fue en la mañana de un sábado, cuando una patota irrumpió en el supermercado para generar desmanes, romper vidrios a cascotazos y apuñalar en la cadera a otro hijo de Jorge.

Para él, la situación llegó a un punto límite, aunque no sólo en su local, sino en todo Los Hornos. Es por eso que, como dirigente de una entidad barrial, planea organizar un reclamo organizado para lograr audiencias y darle mayor fuerza al pedido de seguridad.

“Necesito una solución. No voy a esperar a velar a un hijo ni me voy a conformar con que no pasó peor”, adelantó.

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