Justificados reclamos por la falta de servicios públicos en nuevos barrios y localidades
Edición Impresa | 11 de Abril de 2017 | 02:01

Sabido es que el crecimiento demográfico experimentado en la Ciudad y la subsiguiente expansión urbanística se ha traducido en las últimas décadas en el crecimiento o aparición de asentamientos poblacionales, sin que, paralelamente, se hayan extendido hacia ellos los distintos servicios de infraestructura, así como las mejoras que debieran acompañarlos.
Calles de tierra y anegadizas ante la primer lluvia, falta de alumbrado público, carencia de agua domiciliaria, de redes de desagües o cloacales, fallas en servicios esenciales como son los de transporte de colectivos o de recolección de residuos -si es que ambos se prestan en esos lugares- forman parte del pretérito inventario de reclamos vecinales.
El problema parece resumir cuestiones que derivarían de omisiones pasadas; sin embargo no es así, ya que se replantean en la actualidad, cuando se expanden, por ejemplo, fraccionamientos de tierra, en parcelas que se venden sin que previamente existan los servicios de infraestructura que garanticen una mínima calidad de vida a los futuros habitantes de esos barrios.
Las deficiencias arriba indicadas fueron denunciadas recientemente por vecinos de Parque Sicardi, que dijeron sentirse literalmente olvidados por las autoridades por el pésimo estado de las calles, la falta de alumbrado público y por el deficiente o nulo servicio de recolección de residuos, en una localidad considerada como la de mayor crecimiento en el sur de la Ciudad.
Tal como lo señalaron en una nota publicada en este diario, el aumento de la población no se vio correspondido por un acompañamiento de los servicios esenciales. Destacaron que una de las calles troncales, como lo es la 650, resulta intransitable cada vez que llueve, para añadir que los arreglos de calles que realiza la delegación resultan rápidamente borrados por el intenso tránsito de camiones que transportan materiales de construcción u otras cargas pesadas, de modo que las calles vuelven rápidamente a encontrarse en malas condiciones.
Dijeron asimismo que la falta de recolección de residuos es otra de las deficiencias más sensibles, asegurando que hay lugares en la que los camiones pasan tres veces por semana, pero que en muchos otros sectores los camiones directamente no ingresan por las malas condiciones en que se encuentran las calles. La falta de un suficiente alumbrado público constituye otro motivo de preocupación, agravada en los últimos tiempos por la inseguridad reinante y la escasa presencia policial en la zona.
En numerosas oportunidades se ha tratado aquí sobre las distintas omisiones que se registran frente al constante crecimiento demográfico en la Región. En especial, fueron mencionados aquellos casos en los que se programaron o permitieron asentamientos poblacionales, carentes de servicios de infraestructura, tan vitales para la población.
Más allá de que en muchos de los casos estos problemas ya están planteados y las autoridades deben resolverlos a la mayor brevedad, se impone, asimismo, que se vele desde los poderes públicos para que el crecimiento urbanístico se concrete cumpliendo en forma estricta las exigencias que las ordenanzas y leyes prevén, para autorizar la radicación de toda vivienda y de todo nuevo asentamiento poblacional. Se trata, en suma, de reclamar la vigencia de sanas políticas para el crecimiento de la Ciudad.
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