¿Integración?: a los discapacitados les dan un título que no sirve para seguir estudiando

A quienes realizan el secundario en escuelas comunes les entregan un diploma “no homologable”

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El proceso de integración de jóvenes discapacitados en escuelas secundarias comunes está lejos de graduarse. Y no porque no haya completado sus estudios, sino porque no tiene título habilitante.

La Clínica Jurídica en Derechos Humanos y Discapacidad de la facultad de Derecho de la UNLP “hace un tiempo que está recibiendo cada vez más casos vinculados a educación inclusiva”, afirma su director, José Martocci. Es que los colegios secundarios entregan “títulos no homologables (equiparables a los del resto)” a los egresados integrados, lo que cercena su posibilidad de seguir estudiando. O su derecho a tener un diploma “como el de sus compañeros” colgado en la pared.

“El proyecto pedagógico institucional habilitará a los alumnos con discapacidad a recibir la certificación del nivel al igual que el resto de la población escolar”

El abogado se centra luego en dos situaciones “no sólo discriminatorias, sino ilegales”. Flavia lleva un cuatrimestre como “oyente” del profesorado en Nivel Inicial en el Instituto 9 de La Plata, porque no puede presentar el título que le solicitan. A Lorenzo, en Educación bonaerense le denegaron en marzo su pedido de una titulación “homologable”, basándose en “resoluciones provinciales del 2011, cuando se encuentra vigente una normativa nacional que está por encima”, dice su madre Elizabeth.

“Soy Flavia Consiglio. Tengo 26 años y estudio en el Instituto 9. Pero no puedo rendir exámenes. Yo me recibí (de bachiller) en la Media 21, de 36, 2 y 3”. La joven que quiere ser maestra jardinera se presentó así ayer a la tarde, en el área de extensión de Derecho, donde funciona la Clínica Jurídica.

“El periplo fue muy largo desde el jardín hasta la secundaria -relata su madre Liliana, médica de profesión-. Incluso, en un momento le perdieron el legajo de la escuela especial y de la antigua EGB (educación general básica). Luego se pudo reconstruir”, apunta, y subraya que desde el 2013 la familia espera por un puesto de trabajo para Flavia. Y ahora por un título como Dios manda. “La escuela les da un diploma que les sirve para trabajar, siempre y cuando consigan trabajo”, resalta la mujer, para acotar: “Sin embargo, ese título no les sirve para seguir estudiando. Es paradójico”.

Una integrante de la Clínica comenta al pasar, mientras la reportera gráfica saca fotos, que “entregar un título no homologable cierra un circuito de discriminación”.

Martocci detalla que “a fines del año pasado, el Consejo Federal de Educación (que reúne a los ministros del área de todas las provincias) puso orden en el asunto con una resolución ejemplar que vale para todo el país. Se trata de la 311/16, que incorpora el artículo 24 de la Convención internacional sobre los derechos de la gente con discapacidad”.

Ese artículo da nombre a un grupo de padres que militan por el tema a nivel nacional, el “Grupo Artículo 24”. El mismo dice que “los estados partes (entre ellos, el argentino) asegurarán que las personas con discapacidad tengan acceso general a la educación superior, la formación profesional, la educación para adultos y el aprendizaje durante toda la vida sin discriminación y en igualdad de condiciones con las demás”.

En la dirección de Escuelas aseguran que se está “adecuando la nueva normativa”.

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