Joven abogado platense trabajará en la OEA por los derechos humanos

Fue uno de los 6 elegidos entre 14 mil aspirantes. Viaja el próximo 29 de mayo

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Ezequiel Scafati tiene 23 años. Se recibió de abogado a los 22. Estudia Filosofía. Y se especializa en Derechos Humanos. Está en plena búsqueda para ir a Washington, Estados Unidos, a una de las sedes de la Organización de Estados Americanos (OEA) para cumplir un sueño: trabajar como becario en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Se ganó el lugar tras postularse en febrero junto a 14.000 aspirantes internacionales.

“Tengo muchas expectativas. Estoy muy ansioso por el viaje, que se concretará el próximo lunes 29 de mayo. Estoy buscando lugar para alojarme, y meterme de lleno en un trabajo que comenzará el 1º de junio y culminará a mediados de agosto”, cuenta en su casa de City Bell el joven abogado que se ganó uno de los seis lugares para trabajar en el área de peticiones sobre violaciones a los derechos humanos de la CIDH, que tendrá que armar los borradores en caso de que las presentaciones resulten viables.

“Esta es una de las metas de cualquier estudiante de derecho. Por lo que estoy cumpliendo un sueño. Recientemente recibí un premio por alcanzar uno de los mejores promedios de la facultad de Derecho y de la Universidad Nacional de La Plata, desde hace meses trabajo en el proyecto de extensión en un consultorio jurídico gratuito en Gorina y estoy iniciando la ayudantía en Derecho Penal junto al profesor y juez de primera instancia Germán Alegre, quien fue uno de los principales impulsores de mi postulación a esta beca internacional, junto al titular de la cátedra, el magistrado Ernesto Domenech, que firmaron las cartas de recomendación, uno de los requisitos para este logro que conseguí para mi carrera profesional”.

La alegría se le nota, pero no lo desborda. Amante del windsurf, hincha del club San Luis en el rugby (equipo para el que jugó) y simpatizante de Estudiantes de La Plata, disfruta de cada segundo en su búsqueda de un lugar para vivir desde el próximo mes en Estados Unidos.

El puesto que ocupará será adhonorem. Lo que recibió es una visa diplomática, gestionada en tiempo muy breve para lo que es el común de este trámite, y la posibilidad de que este antecedente le abra numerosas puertas en el futuro, con un logro que potenciará su trayectoria como abogado.

Su lugar, puntualmente, será la dirección de Administraciones para peticiones sobre derechos humanos en América (Norte, Central y Sur). Tendrá que confeccionar borradores de documentos sobre litigios internacionales y nacionales y lo deslumbra la posibilidad de trabajar en la OEA, en la ciudad de Washington.

Mira el almanaque con más ansiedad que otras veces. Con una carrera brillante en la facultad de Derecho de la UNLP, vio a principios de este año la posibilidad de ingresar al selecto grupo de becarios para trabajar en la OEA, armó su postulación, y cuando recibió la noticia de que fue elegido concretó uno de sus sueños profesionales. “Ahora viene lo mejor, porque será el momento de demostrar lo que se y lo que puedo aportar. Una inmejorable oportunidad para mi futuro”, cuenta Scafati, quien compartirá este lujo profesional junto a sus pares de Costa Rica, Ecuador, Colombia y Panamá.

14.000
Fueron los postulantes que participaron de la petición de las becas para entrar en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Una de las 6 quedó en poder del platense Ezequiel Scafatti
 

 

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