Las emociones dejarían su huella en los dientes
Edición Impresa | 8 de Junio de 2017 | 02:15

Desde úlceras gástricas a trastornos intestinales e hipertensión, la medicina ha venido con los años reconociendo a las emociones un papel cada vez más importante sobre la salud. Y la salud bucal no sería la excepción. Así lo sostiene, entre otros, el investigador francés Christian Beyer, autor de la teoría de la descodificación dental, quien a lo largo de las últimas dos décadas ha venido reuniendo evidencia clínica de que “toda patología bucal tiene un trasfondo emocional”.
Invitado por la Sociedad Odontológica de La Plata, Beyer -que se diplomó como cirujano dental en la Universidad de Estrasburgo y es autor de nueve libros en la materia- visitará mañana la Ciudad para disertar sobre la descodificación dental. El interés suscitado por su charla -prevista para las 19 en la sede de la entidad- agotó desde principios de esta semana las reservas disponibles de lugar.
“La enfermedad es una solución de adaptación. Nuestras manifestaciones corporales son el último recurso para el ser humano de solucionar un conflicto relacional. Y los dientes tienen la capacidad de contarnos cosas de nosotros mismos que no hemos podido expresar en forma verbal”, sostiene Beyer, quien reconoce haber dado con los primeros indicios de ello a fines de los noventa en forma accidental.
“Lo que me interesaba en principio era buscar una explicación a las caries simétricas, las que se presentan sobre un mismo diente a uno y otro lado de la boca, y también a las caries en lugares improbables, como la punta de un canino o la cúspide de un premolar... lugares donde nunca hay restos alimenticios. Empecé a indagar entonces en otras probables causas no microbianas, y ese camino me llevó primero a las emociones y luego a la psicología”, cuenta Beyer.
De acuerdo con la teoría que Beyer desarrolló tras años de indagación y que plantea en varios de sus libros, los dientes, al ser conductores eléctricos, se ven afectados por cualquier desequilibrio o interferencia en la transmisión de los impulsos neuronales, los que pueden dañar tanto el hueso que lo sostiene como su capa exterior.
TRAUMAS REPRIMIDOS
“Cuando todas las evidencias me indicaban que la patología bucal tenía su explicación en un trauma emocional, comencé lo que considero un procedimiento científico: una observación, una pregunta, una hipótesis y comprobación clínica. Así reuní a lo largo de diecisiete años más de diez mil casos clínicos que me han llevado a asociar ciertas patologías dentales a ciertos tipos de traumas”, cuenta Beyer.
Cada una de las más de 200 caries catalogadas por la odontología según la pieza dental y su ubicación indicaría un tipo de conflicto emocional en particular; y lo mismo las fracturas dentales, las “malposiciones”, las ausencias y hasta la gengivitis, sostiene el investigador francés, para quien se trata, en todos los casos, de traumas que, en la medida en que fueron expresados inconscientemente, hablan de una ausencia de verbalización.
En ese sentido, dice Beyer, “la descodificación es ante todo una herramienta que nos permite tomar conciencia de lo vivido, comprender mejor lo que nos pasó para que, de presentarse nuevamente el mismo escenario, podamos ofrecer una respuesta verbal en lugar de reprimir la emoción”.
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