Prohibido estacionar que nadie respeta ni se multa

No se puede dejar el auto a la izquierda desde 33 a 46 en un tramo de 50 metros antes del semáforo

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Es una realidad que el parque automotor creció desenfrenadamente (se estima en 300 mil vehículos) y que las calles de la Ciudad quedaron chicas para semejante nivel de circulación. Si a eso se le suma que las medidas impulsadas para agilizar el tránsito se cumplen poco y nada sin que se multe a los infractores, se comprende porqué casi nadie respeta una prohibición que rige desde hace años: la de estacionar, sobre un sector del lado izquierdo de la calzada, en las calles transversales de las avenidas 7 y 13, desde 33 a 43.

Lo singular es que, con total impunidad y ante la falta de espacios en la Ciudad para dejar el auto, los automovilistas hacen caso omiso de la norma aunque tengan frente a ellos el cartel que indica la medida.

Como ha señalado este medio en anteriores ocasiones, lo que sucede al no cumplirse con la disposición es que esas cuadras cercanas al sistema de semáforos se recargan de vehículos con cada luz roja. Por esa congestión, quienes esperan la señal verde de paso en los puestos más alejados al cruce por lo general deben esperar -de mínima- otra vuelta más de recambio de luz para poder avanzar.

“Esto es así todos los días. Los automovilistas directamente no se fijan en los carteles o ya saben que no los multan. Que yo haya visto nunca labran infracciones, pero también es cierto que la gente no tiene dónde dejar el coche”, dijo Ramiro Domínguez, estudiante que reside en la zona de 40 entre 6 y 7, donde pese a la cartelería que anuncia las restricciones se alineaban seis vehículos en infracción.

Fue en 2011 cuando, tras una prueba piloto, el Municipio resolvió poner en marcha la medida para agilizar la circulación de esas zonas donde los semáforos provocaban grandes congestionamientos. Para habilitar un carril se dispuso limitar el lugar de estacionamiento de las calles que cruzan la zona norte del casco urbano, es decir, de 33,34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42 y 43 en los 50 metros anteriores a la intersección con la 7 y la 13 y del lado de la izquierda.

Por entonces se aseguró que al ampliarse el espacio para el desplazamiento de los coches comenzaron a disminuir, según se señaló oportunamente, los embotellamientos.

Sin embargo, más temprano que tarde la norma se convirtió casi en “letra muerta” y si bien en sucesivas notas de este medio las autoridades de aplicación prometieron reforzar los controles, por ahora la “masiva infracción” es cosa de todos los días.

 

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