Cómo George Romero cambió el cine de terror
Edición Impresa | 23 de Julio de 2017 | 04:30

Se fue George A. Romero: a los 77 años, esta semana el maestro del cine de terror de serie B y padre de las películas de zombis gracias a la creación de la saga “La Noche de los Muertos Vivos”, sucumbió a un cáncer, aunque si no regresa a la vida después de muerto como sus criaturas, sin dudas seguirá viviendo en la pantalla plateada, gracias a su cine, que revolucionó el género y moldeó el futuro del terror en el cine.
A continuación, repasamos como Romero cambió para siempre el cine de terror.
PADRE FUNDADOR
Es difícil imaginar hoy, en los días de “The Walking Dead” y donde hasta “Game of Thrones” tiene sus “caminantes blancos”, una era sin zombies: pero las creaciones no existían hasta que Romero dio origen al género tan en boga hoy, como coguionista y director de “La Noche de los Muertos Vivos” (“Night of the Living Dead”, 1968). La película fijó los patrones que han seguido los imitadores: los zombis se mueven despacio, buscan carne humana y solo pueden morir de un disparo en la cabeza. Si uno de ellos muerde a un humano, éste muere y se convierte en un zombi.
METAFORAS DE TODO
Pero no sólo fueron sus criaturas las que marcaron tendencia, sino también la noción de Romero de que el género podía significar más: sus zombies eran más que simples caníbales, y con el paso de los años y las secuelas se volvieron metáforas sobre la conformidad, el racismo, la cultura del consumismo, la militarización, las diferencias de clases y otros males de la sociedad.
“Los zombis pueden ser cualquier cosa. Pueden ser una avalancha o un huracán. Es un desastre allá afuera. Las historias son sobre cómo la gente falla en responder de la manera adecuada. No logran abordarlo. Siguen tratando de quedarse donde están, en lugar de reconocer que esto probablemente sea muy grande como para intentar mantenerlo. Esa es la parte que siempre he disfrutado”, afirmaba el cineasta, que dedicó su vida al género. “La gente me dice, ‘Estás atrapado en este género. Eres un hombre de horror’. Yo digo, ‘Esperen un minuto, puedo decir exactamente lo que pienso’. Puedo hablar, comentar, tomar instantáneas de lo que sucede en el momento. No me siento atrapado. Siento que esta es mi manera de poder expresarme”.
Por eso, Romero tuvo una relación algo combativa con el género que ayudó a crear. Calificó “The Walking Dead” como una “telenovela” y sostenía que no haría películas de terror si no podía llenarlas de declaraciones políticas.
INDEPENDENCIA
Contra esos “tanques” se rebelaba Romero no solo por su contenido, sino por su forma: llegó a decir que películas de alto presupuesto como “World War Z” (”Guerra Mundial Z”) hacían que cintas modestas sobre zombis fueran imposibles. Es que su cine era democrático, el cine realizado por un cinéfilo que quiere mostrarle al mundo que el cine es un pelotero para todo el mundo.
“’La Noche de los Muertos Vivos’ era tan increíblemente amateur que me di cuenta de que las películas no eran algo que le pertenecía únicamente a las élites con múltiples millones de dólares sino que también podían ser creadas por nosotros, las personas gente que simplemente las amaba, que vivía en Missouri, como yo”, escribió James Gunn, el director de “Guardians of the Galaxy” (”Guardianes de la Galaxia”), y guionista del remake de “Dawn of the Dead” (”El amanecer de los muertos”) del 2004, a propósito de la muerte del cineasta.
Su “Noche de los Muertos Vivos” era, de hecho, una obra casi documental en blanco y negro: rodada en Pittsburgh con un presupuesto de 114.000 dólares, ese filme sobre un grupo de personas acorraladas por zombis en una granja de Pensilvania recaudó 30 millones y se convirtió en un clásico de culto con el paso de los años, especialmente por su mensaje contra el capitalismo durante la era de la contracultura.
El filme de Romero irrumpió en un panorama del género donde la taquilla pertenecía a las superproducciones sobre monstruos de Godzilla a Drácula, o de cintas de autores como Hitchcock o Polanski. Tras aquel filme, que mostró el camino a otros cineastas de su generación en su búsqueda de proyectos ilusionantes sin grandes presupuestos, Romero rodó las secuelas “Dawn of the Dead” (1978), “Day of the Dead” (1985), “Land of the Dead” (2005), “Diary of the Dead” (2007) y “Survival of the Dead” (2009).
EL FACTOR HUMANO
De hecho, el cineasta recobró en el cine de género el protagonismo del hombre común, ese ser fallido que toma todas las peores decisiones y que por eso es tan divertido de mirar (gran parte del éxito del cine de Romero tiene que ver con este sentido del humor ácido que devolvió al cine de terror su costado juguetón). A Romero siempre le gustaba recordar que, aunque los muertos vivientes vayan siempre relacionados con su nombre, en realidad él escribe “historias humanas”. “Si te fijas bien los zombis son siempre circunstanciales en mis trabajos. Lo importante son siempre las personas y cómo responden a situaciones a su alrededor”, declaraba el realizador en 2010.
EL LEGADO
El cine de Romero marcó a todos los cineastas del género. El crítico de cine Roger Ebert llamó a “La Noche de los Muertos Vivos” “una de las mejores cintas de terror que se hayan hecho - y, como un resultado inevitable, una de las más aterradoras. Es espantosa, repugnante, asquerosa, violenta, brutal y abominable. También es ... brillantemente realizada, chistosa, divertida, y salvajemente implacable en su visión satírica de la sociedad consumista estadounidense”. Pero la influencia de Romero puede percibirse mucho más allá de “Noche”, a lo largo de décadas en el cine estadounidense, desde John Carpenter hasta Edgar Wright y Jordan Peele, el realizador de “Get Out” (“¡Huye!”), otra cinta que usa el género para criticar la brecha racial en Estados Unidos.
Muchos consideraron “Noche de los Muertos Vivos” una crítica al racismo en Estados Unidos: el único personaje negro sobrevive a los zombis, pero recibe un disparo mortal de los rescatistas. Peele tuiteó el domingo una foto de ese personaje, que interpretó Duane Jones, y escribió: “Romero empezó esto”.
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