Confirmaron la pena a Martínez Poch: 37 años

Casación lo halló culpable de abusos, privación ilegal de la libertad y corrupción de menores

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A poco de que se cumpla un año de la condena a Jorge Cristian Martínez Poch, el Tribunal de Casación bonaerense ratificó ayer el monto de la pena que le aplicó el Tribunal en lo Criminal Nº 1 : 37 años de prisión por el abuso sexual gravemente ultrajante y privación ilegítima de la libertad de su ex pareja Vanessa Rial. También lo sentenciaron entonces por la corrupción de menores y el abuso sexual gravemente ultrajante de sus dos hijas, las que quedaron a su cargo en 2002 tras la muerte de su esposa. En ese momento las nenas tenían 7 y 8 años, y no pudieron escapar de esa pesadilla hasta que tuvieron 14 y 15.

Tras el fallo, la defensa del DJ recurrió a la Casación cuestionando varios puntos, entre ellos el “error de calificación” (argumentaba que la privación ilegal de la libertad no existió porque “Rial siempre tuvo la posibilidad de irse de la casa de Martínez”); que “no se probó la intervención de dos o más personas” y que “no se entiende dónde radicaría el grave daño permanente y el torcimiento del normal desarrollo de las menores”.

También pidieron “anular el proceso por amistad manifiesta de los miembros del Tribunal con Vanesa Rial y falta de decoro”, entre otras cosas.

Después de analizar la causa, los jueces de la sala III de Casación, Ricardo Borinsky, Víctor Violini y Daniel Carral, confirmaron la condena a Martínez Poch en los mismos términos planteados en el veredicto del 31 de agosto de 2016.

La fiscal de ese juicio, Florencia Budiño, celebró ayer la decisión de los jueces, por las implicancias de este gravísimo caso.

En septiembre de 2013 Martínez Poch mantuvo cautiva en su departamento a Vanessa Rial, donde la sometió a múltiples abusos sexuales, golpes y le proporcionó narcóticos. La mujer fue rescatada por la policía a instancias de su padre y, tras la detención del hombre, aparecieron otras mujeres que contaron sus propios calvarios. También las hijas de Martínez Poch se presentaron ante la Justicia, para denunciar lo que vivieron luego de la muerte de su madre, cuando eran dos nenas.

En el juicio, Rial reveló que Martínez Poch la drogaba con pastillas y alcohol, la violaba y hacía que la violaran otras personas. Sabiendo que ella sufría de vértigo, la llevaba al balcón y la sometía sexualmente. También la hacía beber su orina y jugaba al tiro al blanco lanzándole cuchillos. En más de una oportunidad le dio brutales golpizas y hasta le arrancó uñas de los pies.

 

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