Video: Sumando Voluntades abrió su segundo parador nocturno

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Con nueve mujeres que ya no están obligadas a dormir en la calle, se puso en marcha el segundo parador nocturno de Sumando Voluntades. La casa, a la que se bautizó con el nombre de “María del Carmen”, está en calle 6 N° 266, entre 37 y 38.

El primer parador funciona en 37 entre 6 y 7, pero desde hace algunos meses ya no contaba con espacio para dar respuesta a la creciente demanda, entonces se resolvió alquilar otro inmueble que se encuentra a pocos metros.

“Tenemos la doble sensación de estar tristes y contentos porque por un lado es lamentable ver cómo crece la cantidad de gente sin techo, pero por el otro nos da alegría poder darles un lugar para dormir”, señaló Nancy Maldonado, presidente de la fundación.

Los voluntarios que trabajan en la obra indicaron que el parador quedó habilitado la semana pasada, pero todavía se necesitan muchos elementos para que se complete como un verdadero hogar.

Nancy Maldonado consignó que lo mas urgente es conseguir donaciones de vajilla; se necesitan platos, vasos, tenedores, cuchillos, cucharas, tazas, pavas, ollas y recipientes en los que guardar los alimentos.

techo y comida

También es imprescindible que se donen alimentos de todo tipo porque, según se indicó, aumentó la cantidad de personas que aún teniendo un lugar en donde vivir, van a la fundación por las noches a retirar las viandas.

“Hay familias muy humildes y varios jubilados a los que no les alcanza el dinero y lo destinan a pagar una habitación. El presupuesto no les da para comer”, contó la titular de la fundación.

Cabe destacarse que la obra se solventa gracias a las donaciones de alimentos; la venta de ropa en ferias americanas y algún que otro té solidario.

“No estamos eximidos de pagar los servicios como cualquier vecino y el Estado no nos da ninguna subvención, toda la tarea se hace gracias a la ayuda de la gente y al trabajo del voluntariado”, dijo la dirigente comunitaria.

buscan reintegrarlos

No obstante de procurarle un techo digno y un plato de comida a los que quedaron en la pobreza mas absoluta, desde la entidad se promueve que esas personas se capaciten en algún oficio para que se reinserten en el ámbito laboral.

Con ese objetivo se logró montar un buffet en el Hospital San Martín en el que encontraron un primer trabajo muchas personas que se alojaban en el parador.

También se ayudó a que otros pudieran volver a montar emprendimientos como por ejemplo peluquerías o retomaran oficios vinculados a la construcción.

“La idea es que el parador sea un lugar de paso hasta que consiguen un trabajo y pueden procurarse un lugar para vivir, nosotros los apuntalamos en todo, pero con el tiempo ellos tienen que valerse por sí mismos”, destacó Nancy Maldonado.

 

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