Un espectáculo digno de admirar
Edición Impresa | 21 de Agosto de 2017 | 04:13

Al igual que muchos, lo considero el mayor de los espectáculos que pueden observarse en el cielo. En plena luz del día, la Luna va cubriendo paulatinamente al Sol hasta que llega un momento en que lo tapa por completo. Si se trata de un día despejado de nubes y con temperatura elevada, lo que se podrá experimentar es algo realmente emocionante e indescriptible.
Lo asombroso de estos fenómenos es que se producen por una simple y curiosa “coincidencia cósmica”. La Luna se encuentra, en promedio, unas 400 veces más cerca de la Tierra que lo que se encuentra el Sol. Pero el diámetro de éste, es justamente 400 veces mayor al lunar. Esto hace
que el tamaño aparente lunar sea exactamente igual al solar. Durante un eclipse total de Sol, un círculo negro (la Luna) pasa exactamente por
delante del disco solar, cubriéndolo de manera perfecta en lo que respecta a su tamaño, permitiendo que pueda observarse majestuosamente toda su corona, o sea, la parte más externa de la estrella.
Una de las tantas curiosidades que se presentan en los eclipses solares es la posibilidad de ver la Luna en su fase nueva, que normalmente no puede observarse desde la Tierra.
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