Generar una conducción y modernizar
Edición Impresa | 28 de Agosto de 2017 | 01:58

“¿Qué hice de malo para merecer esto?”. La pregunta se la hizo a sí mismo Matías Sáez cuando le avisaron que pasaba de la tranquilidad de Ostende a ser el jefe de la Novena de La Plata. Consciente de ser uno de los más jóvenes en acceder a ese cargo, el subcomisario de 38 años está al frente de la seccional desde julio de 2016.
En una actitud inusual en su fuerza, el jefe policial le permitió a este medio recorrer las instalaciones de un edificio diseñado para su función.
Detrás del decorado anticuado afín a la mayoría de las seccionales bonaerenses se ven algunos rasgos de modernización pretendida. Lo visible son las mejoras edilicias, con techos reparados que antes se llovían, o la adecuación de la instalación eléctrica. Están en carpeta otros cambios arquitectónicos: que un demorado y sus familiares no puedan cruzarse con la víctima de un delito, o un mejor acondicionamiento para el sitio provisorio donde un aprehendido espera un par de horas a ser derivado.
Sáez tiene a su cargo a 121 personas. Son muchas menos las que se ven en una tarde de día de semana, entre los horarios rotativos y los ausentes por carpetas o vacaciones.
“Tengo que generar una conducción”, asegura el subcomisario, acerca del tinte que busca imprimirle a su trabajo. “Buscamos difundir lo que hacemos en las redes sociales y capacitar al personal en cuestiones de género. Antes teníamos policías arcaicos, hoy necesitamos a los especializados”, sostiene.
ZONA ROJA
La zona roja está incluida en su jurisdicción. Por la venta de drogas, hubo un sinfín de reclamos vecinales para que se prevenga el delito aparejado con ese comercio ilegal. La semana pasada, Daniel Domínguez, uno de los principales impulsores de esa tarea recibió un pequeño ataúd en la puerta de su casa. Semejante amenaza lo llevó a anunciar que abandona “la lucha contra imposibles”.
“Lo importante es atacar a la venta y no solamente detener a las travestis, porque en vez de una imputada estoy creando una víctima”, reconoce el subcomisario.
A la par, recuerda que en uno de los últimos operativos aprehendieron a una que guardaba 86 dosis de cocaína en sus partes íntimas.
“Antes había atropello con cualquier persona vulnerable. Hoy lo que se busca es cumplir la ley. Si no, no pueden trabajar acá”, cierra Sáez.
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