Un acto muy prolijo, sin el fervor de otros mitines kirchneristas

No hubo banderas ni bombos. Tampoco conferencia de prensa de Cristina

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La ex presidenta y candidata a senadora nacional, Cristina Fernández de Kirchner, relanzó ayer en nuestra ciudad la campaña electoral de Unidad Ciudadana, de cara a las generales de octubre, con un acto puntillosamente organizado, desprovisto de estandartes, bombos y otros elementos de la mística peronista.

El escenario elegido fue el Club Atenas, en 13 entre 58 y 59, donde la seguridad controló el acceso de los militantes, a quienes les prohibieron entrar con banderas, mástiles, pancartas -como una que pedía por la aparición de Julio López- y hasta latas de cerveza.

Unidad Ciudadana armó un prolijo escenario con pantallas gigantes en los laterales y una pasarela corta, de 4 metros a partir del palco, desde donde habló la expresidenta de la Nación.

Fue un acto para televisión, a tal punto que Cristina no usó anteojos para leer el borrador que llevaba en sus manos, escrito en un cuerpo de letra gigante para evitarle inconvenientes mientras desarrollaba su discurso.

Vestida de azul y blanco, la ex jefa de Estado inició su alocución a las 18 (ninguno de los periodistas presentes soñaba con esa puntualidad inglesa) no sin antes exhibir una fotografía de la militante jujeña detenida Milagro Sala y de Santiago Maldonado, el joven de 27 años desaparecido desde principio de mes tras participar de una protesta mapuche en Chubut.

Disfónica, Fernández pidió a los presentes “respeto”, luego de que antes de su ingreso la militancia lanzara insultos contra el presidente Mauricio Macri al aparecer su imagen en un video denominado “Crónica de la manipulación”, que se emitió previamente y en el que se cuestionó la oficialización del escrutinio provisorio del 13 de agosto.

La Presidenta habló acompañada en el palco por intendentes de la Primera y la Tercera Electoral, candidatos a legisladores nacionales y cargos provinciales.

CHORIPANES Y CERVEZAS, EN LA CALLE

El acto de relanzamiento de la campaña de Unidad Ciudadana terminó como comenzó: con la efervescencia de los cánticos de la militancia, sin parte de la liturgia peronista, pero pidiendo por “Cristina Senadora”, recordando que “vamos a volver” y lanzando críticas al Gobierno nacional.

Afuera la desconcentración fue ordenada, y la militancia dejó el predio entre parrillas que oreaban choripanes, vendedores de todo tipo de bebidas, alcohólicas incluidas, y el merchandising peronista de remeras ilustradas con las imágenes de Perón, Evita, Néstor y Cristina Kirchner.

SIN EX FUNCIONARIOS PROCESADOS

De los ex funcionarios que tuvo Cristina Kirchner en sus dos mandatos, se notó la presencia de Oscar Parrilli, el ex ministro de Economía Axel Kicillof, el ex responsable de medios públicos, Tristán Bauer y un ex ministro de Justicia, Julio Alak.

No concurrieron, en cambio, antiguos ministros o secretarios de Estado de sus dos gobiernos cuyas causas penales vienen siendo ventiladas todos los días en los medios.

La excepción fue Martín Sabbatella, que acompañó a su esposa Mónica Macha, candidata a diputada nacional, aunque se ubicó en segundo plano en una de las tribunas del Club Atenas.

SIN CONFERENCIA DE PRENSA

Los organizadores habían anunciado con “bombos y platillos”, una rueda de prensa de la ex presidenta con los periodistas acreditados al acto. Pero la promesa no se cumplió. En su lugar, hubo algunas declaraciones de Jorge Taiana.

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