Fuerte mensaje a Venezuela: "Ya no es una democracia"

17 países de América y del Caribe dijeron que los actos de la Constituyente “son ilegítimos”

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Los 17 países de América y el Caribe reunidos en Lima, Perú, para tratar la situación de Venezuela reafirmaron su opinión común de que esa nación “ya no es una democracia” y que “los actos que emanen” de su Asamblea Constituyente “son ilegítimos”.


Esas fueron dos de las conclusiones expresadas en la denominada Declaración de Lima, difundida por los cancilleres, entre ellos el argentino, al terminar la reunión que mantuvieron a lo largo de todo el día de ayer y que incluyó el reconocimiento de la Asamblea Nacional (Parlamento) como único órgano legítimamente elegido en Venezuela, el rechazo a la violencia y una condena a la violación de los derechos humanos cometidos en el país.


La declaración fue presentada por el ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Ricardo Luna, quien no dudó en afirmar ante los medios que “lo ocurrido en Venezuela” en los últimos días “es un quiebre decisivo” en la situación política y que “lo que tenemos ahora es que Venezuela es una dictadura”.


“Básicamente la declaración es un acuerdo sobre el hecho de que en Venezuela se ha roto el orden democrático, y restablecer ese orden, pasa por revertir la Asamblea Constituyente”, afirmó Luna.


La Declaración de Lima, en su “pleno respaldo y solidaridad” con la Asamblea Nacional “democráticamente electa”, señaló que todos los actos jurídicos que conforme a la Constitución venezolana vigente “requieran autorización” de la misma, sólo serán reconocidos cuando dicha Asamblea “los haya aprobado”.
Además, también expresó “su apoyo y solidaridad con la Fiscal General y los integrantes del Ministerio Público de Venezuela” y exigió la “aplicación de las medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos”.


Los cancilleres también condenaron “la violación sistemática de los derechos humanos  y las libertades fundamentales, a la violencia, la represión, y la persecución política, la existencia de presos políticos y la falta de elecciones libres bajo observación internacional independiente”.


También se apoyó explícitamente al Mercosur por su decisión de suspender a Venezuela en aplicación del Protocolo de Ushuaia.
Junto a esto, los cancilleres solicitaron suspender cualquier transferencia de armas a Venezuela mientras continúe esta situación en el país y pidieron a la presidencia protémpore de la CELAC y a la Unión Europea suspender la cumbre prevista entre ambas organizaciones para octubre de 2017 hasta que se solucione esta crisis.


En su último punto, la Declaración de Lima subrayó su apoyo “de manera urgente” a “todo esfuerzo de negociación creíble que  y de buena fe” que cuente con “el consenso de las partes” enfrentadas en Venezuela y que esté “orientado a alcanzar pacíficamente el restablecimiento de la democracia en el país”.


Caso omiso


En Caracas, mientras, el gobierno de Maduro sigue adelante con su Constituyente integrada únicamente por personas afines al chavismo. Ayer aprobó un acuerdo en respaldo a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) por el “ataque terrorista” que sufrió el domingo el  cuartel Paramacay.


Pero más grave, aprobó un decreto que subordina los poderes públicos del país a la nueva instancia, acuerdo que se da un día después de que la mayoría opositora del Congreso anunciara que no reconocerá las decisiones de los constituyentes, abriendo otro foco de crisis. (EFE)

 

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