Una verdadera lluvia de goles para dar un paso fundamental

Necesitaba al menos tres, pero los hizo en apenas 18 minutos y no paró hasta el final

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River Plate concretó la hazaña ante Jorge Wilstermann de Bolivia con la goleada histórica por 8 a 0 en el Monumental, luego de la 0-3 que sufrió en la ida de cuartos de final de la Copa Libertadores, ayudado por el peso de su historia, un partido perfecto e individualidades en un nivel superlativo, entre ellas Ignacio Scocco, quien marcó cinco goles.

El mendocino Enzo Pérez, otra de las grandes figuras del encuentro, marcó dos goles y el restante lo hizo Ignacio Fernández, en una noche redonda para el equipo de Marcelo Gallardo que se clasificó a las semifinales del máximo certamen continental.

La concentración de River fue máxima. No tuvo puntos bajos. En todas sus líneas fue eficaz y pulverizó a Jorge Wilstermann. De esa manera, estableció la verdadera diferencia entre un equipo y otro, ayudado por la buena puntería que le faltó en Bolivia.

Gallardo sorprendió horas antes del partido con una formación que se valió de una defensa con tres jugadores, lo cual permitió el ingreso de Ariel Rojas, un futbolista pensante que tapó huecos en el mediocampo.

River jugó sin sus habituales laterales, el paraguayo Jorge Moreira y Milton Casco, pero se apoyó en Carlos Auzqui, de gran actuación, para sacar partido del costado derecho.

La línea de cinco defensores y cuatro volantes de Wilstermann no fueron un obstáculo para River que encontró a Scocco en la gran figura de la noche. Al ex Newell’s le salieron todas, desde el primero al último gol.

Scocco fue la gran pesadilla de Wilstermann y el artífice del grito de gol riverplatense. Primero cuando aprovechó un error de la defensa rival, no la dio por perdida, prosiguió con un caño a Enrique Díaz y definió ante Olivares. A los ocho minutos, River creyó en el milagro, y a 12 después, empató la serie con los goles de Nacho.

River nunca detuvo su marcha. El Millonario fue una aplanadora para Wilstermann, que exhibió errores groseros en la marca, tanto en defensa como en el medio, y no registró chance de gol a favor.

Con Scocco encendido, River se animó a más de la mano de Enzo Pérez e Ignacio Fernández. Con ellos, sumada la buena labor de Auzqui, la inteligencia de Rojas y el sacrificio de Ponzio, el club de Núñez mostró una categoría mayor.

El gol de Enzo Pérez, cuando finalizaba el primer tiempo, dio la sensación de partido definido. Más allá de eso, River continuó con la búsqueda en ataque y encontró a otro jugador destacado, Gonzalo Martínez, quien desparramó rivales y se ofreció como alternativa.

River armó un festival de toques y goles en el Monumental que le dieron el pasaje a la semifinal de la Copa Libertadores. De ahora en más, el equipo de Gallardo, quien sabe reinventar a su plantel, tendrá un plus.

El hincha celebró como nunca el resultado, invadido por un espíritu festivo que colmó el Monumental, con cierta mística copera, con la confianza en los jugadores y en su entrenador.

River demostró que está vivo e irá por más.

 

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