Una zona cargada de conflictos

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Alguna vez una tranquila y poco utilizada parada de trenes situada en un entorno bucólico, la estación Pereyra es actualmente centro de toda clase de conflictos, como una suerte de laboratorio en el que se replican, en pequeña escala, la complicada situación del parque en su conjunto y la explosiva realidad del Gran Buenos Aires de la última década.

Al problema planteado por las usurpaciones y tomas de edificios y tierras, se suma la ocupación del obrador de la electrificación por parte de la UOCRA platense, que desplazó a su par de Florencio Varela para hacerse cargo del proyecto e imponer condiciones.

En ese tren, el gremio local firmó un acuerdo con la empresa CONINSA, adjudicataria de los trabajos, pero ese documento fue rechazado por las autoridades nacionales y provinciales, por lo que todo quedó, también, en manos de la Justicia.

 

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