“Todas las Rayuelas”: Del infierno al cielo, como en (la) rayuela

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Por Irene Bianchi

“Todas las Rayuelas”, de Carlos La Casa. Elenco: Hugo Arana, Esteban Meloni, Paula Ransenberg, Daniel Dibiase, Heidi Fauth. Diseño de vestuario: Adriana Dicaprio. Mùsica original: Damián Laplace. Diseño y realización de video: Lucio Bazzalo. Operación de video: María Marta Maciel. Producción ejecutiva, Asistente de dirección y Jefa de escenario: Melania Barreiros. Dirección: Andrés Bazzalo. Espectáculo presentado en el marco del Festival “AcercArte, Buenos Aires Provincia”, con entrada libre y gratuita. Teatro Municipal Coliseo Podestá.

En primer lugar, creemos que es sumamente auspicioso que surjan nuevos dramaturgos, como es el caso del autor de “Todas las Rayuelas”, cuya obra salió seleccionada en el concurso organizado por la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (AADET). Existe un semillero de jóvenes talentosos llamados a enriquecer la escena nacional.

En segundo lugar: ¡qué gran placer volver a ver a Hugo Arana, actor versátil si los hay! De ésos (pocos) que hacen comedia, tragedia, grotesco, personajes costumbristas, cualquier género, y se les cree absolutamente todo.

Acá Arana se pone en la piel de Lisandro, un tipo que vuelve del exilio, para intentar reencontrarse con su hija, a quien no ve hace varias décadas, fruto de su relación con “Sandra”, muchacha desaparecida durante la dictadura militar. Lisandro es demorado en el aeropuerto por el contenido “sospechoso” de su única valija: cantidad no especificada de diferentes ediciones de la emblemática novela de Julio Cortázar: “Rayuela”. Gracias a la ayuda de un joven agente aeroportuario, Gabriel (Esteban Meloni), el gruñón Lisandro, consigue liberación, alojamiento temporario y búsqueda de la hija, todo al mismo precio, coima mediante. Se aloja por unos días en casa de Gabriel, a pesar de la desaprobación de su esposa “Fernanda” (Paula Ransenberg).

La irrupción de Lisandro en la vida de la pareja oficia de disparador de conflictos latentes. Zorro viejo, el pícaro Lisandro detecta secretos bien guardados, con una intuición y perspicacia admirables, secretos que involucran al jefe de Gabriel, el “Comisario Alberto” (Daniel Dibiase).

A Gabriel no le cuesta mucho dar con el paradero de “Carolina” (Heidi Fauth), la hija que en principio se resiste a reencontrarse con un padre que, según ella, la abandonó hace años.

Tal la trama de “Todas las Rayuelas”, comedia dramática que entretiene, conmueve, divierte y promueve la reflexión. La dirección de Bazzalo es ágil y mantiene el interés del espectador.

Ya habíamos visto a Esteban Meloni en la inquietante obra de Josep Miró, “El principio de Arquímides”, y elogiamos su trabajo. Aquí también, Meloni logra un excelente contrapunto con Arana, con quien tiene una visible química. La escena del “porro” es verdaderamente desopilante.

Arana es uno de esos “animales de teatro” cuyo encuentro con el público es una fiesta. Verosímil hasta la médula, su Lisandro es una pieza de colección.

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