Piel radiante en el aire

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El avión es el medio de transporte más agresivo para piel. De hecho, diversos estudios científicos demostraron que pasar entre seis y ocho horas en un avión supone para la piel una proeza similar a la de atravesar el desierto. Los cambios de presión atmosférica, la temperatura y un nivel de humedad ambiental del 8% -un valor inferior al 20% ya supone un fuerte impacto para el cuerpo- son los obstáculos que impiden aterrizar con buena cara.

Por eso le pasamos algunos consejos para saber cómo cuidar la piel antes y durante el viaje.

La falta de humedad resiente ojos, garganta y piel. Por eso se siente el rostro tirante, se marcan más las arrugas y los labios se ponen secos.

La alta concentración de anhídrido carbónico, 5% más que el normal, baja el aporte de oxígeno a la piel. A esto se suman los cambios del biorritmo por las modificaciones de latitudes y la mala calidad de sueño. Todos estos factores influyen en el proceso de regeneración nocturna, en la microcirculación cutánea y así se marcan más las ojeras y la piel pierde su luminosidad.

Las pieles que se ven más afectadas con los viajes en avión son las secas: sufren mucho más los cambios climáticos, como el contraste de frío/calor y, en este caso, se encuentran más deshidratadas.

También las pieles con rosácea suelen enrojecerse y presentar picor o comezón. Finalmente, las pieles mixtas y oleosas generan más brillo y poros dilatados en la zona “T”.

¿Qué hacer antes del vuelo? Hay que aumentar el consumo de agua, verduras y frutas. La vitamina C es una gran aliada para el estrés oxidativo.

Se recomienda dormir un mínimo 8 horas, y la noche previa u horas antes del vuelo es mejor hacerse una mascarilla de hidratación profunda.

Hay que humectar la piel del rostro, cuello y manos con una crema o loción con ácido hialurónico y elegir un maquillaje mineralizado y suave y, si es posible, líquido que aporte humedad y protección.

Durante el vuelo es preferible tomar agua y evitar las infusiones o jugos que tienen muchos conservantes. También se recomienda no beber café y evitar las grasas, dulces y sal, que no sólo deshidratan sino que generan edema en las piernas.

Hay que desmaquillarse con toallitas faciales y humectar el rostro con una loción ligera. El agua termal es ideal para aliviar, hidratar y dar confort a la piel durante el vuelo.

Después del viaje en avión hay que mantenerse hidratada con abundante con agua, limpiar el rostro con una buena leche de limpieza y darse una ducha.

En caso de fatiga, lo ideal es dormir una siesta de media hora respetando los horarios diurnos y nocturnos de nuestro destino y en 48 horas el cuerpo se habituará.

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