Alerta vecinal por la ocupación de un complejo de viviendas sin terminar en Melchor Romero
Edición Impresa | 13 de Enero de 2018 | 02:03
En estado de movimiento continuo, entre loteos, usurpaciones, migraciones internas, expansión de algunos barrios y surgimiento de otros -tanto formales como informales-, la localidad de Melchor Romero vive desde ayer un nuevo capítulo de su turbulento presente: un complejo de viviendas sociales en construcción fue copado por desconocidos, y la tensión entre antiguos y nuevos vecinos va en aumento.
La franja de la discordia está comprendida entre las calles 525, 526, 173 y 177. Esas parcelas eran parte del predio del hospital Alejandro Korn, hasta que en 2014 el ministerio de Salud bonaerense las cedió a la cartera de Desarrollo Social de la Nación para la ejecución de un programa de “autoconstrucción” de más de 200 casas a cargo de “madres de familias numerosas, con hijos con discapacidad o víctimas de violencia de género”.
Ese programa avanzó a los trompicones hasta que quedó virtualmente paralizado; las viviendas, en diferentes grados de terminación, fueron abandonadas. Y la vigilancia del predio fue perdiendo celo.
Anteanoche, esos bocetos de hogares, algunos con techos y tanques, otros apenas con algunos muros, fueron tomados “por gente que no es de la zona y está muy organizada, ya que llega con remises, colchones, muebles, bolsas con ropas y pertenencias de todo tipo”, según se relató en el lugar.
“Son más de cincuenta y siguen viniendo” precisó una vecina que prefirió no revelar su identidad: “además de las casas, se están repartiendo los terrenos linderos; ese lugar tuvo custodia policial, pero apenas se levantó, lo ocuparon”.
A “espaldas” del hospital Korn y la unidad penitenciaria 34, se yuxtaponen diferentes realidades habitacionales. Hay un par de loteos inminentes y barrios surgidos en el marco del programa Procrear -entre 171, 173, 524 y 526, y entre 170, 171, 523 y 526-, hay asentamientos “espontáneos” y hay usurpadores relocalizados, como los que tras ser desalojados de la toma de 526, 528, 159 y 161, en noviembre de 2016, fueron enviados a 526 y 179.
ZONA “CALIENTE”
Concretamente, las tierras de descampados, cultivos y canteras por las que corren varios afluentes del arroyo El Gato, comprendidas a grandes rasgos entre 167, 183, 38 y 526, suelen ser escenario de conflictos vinculados con la propiedad privada y las necesidades habitacionales de diferentes grupos.
“Nadie quiere este tipo de situación” señalaron los vecinos del lugar: “el destino que tenían estas casas era otro, un barrio para gente del hospital y del servicio penitenciario, un proyecto interesante para laburantes de la zona. Estamos en alerta, y tratando de formular una denuncia”.
Según fuentes oficiales, autoridades del centro asistencial de 520 y 173 radicaron una denuncia para que los hechos en curso sean investigados.
El fenómeno de las usurpaciones y tomas de terrenos en la Ciudad suele recrudecer en la proximidad de procesos eleccionarios, y en épocas de fin y comienzo de año. Entre las localidades más afectadas en los últimos tiempos se cuentan Villa Elvira, Melchor Romero, Abasto, San Carlos y Arturo Seguí.
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