Pavone resiste a puro gol y la gente le regaló una ovación en el Country

Martin Cabrera 
mcabrera@eldia.com

El hombre del día en los amistosos de ayer en el Country fue Mariano Pavone. No quedan dudas de que el Tanque fue antes, durante y después la figura al que todos los presentes apuntaron su mirada.

Luego de recibir la noticia que no iba a estar en la primera consideración del técnico y de que posiblemente se pudiese ir del Club, flor de debate y polémica -interna y externa- se instaló en el Pincha. ¿Es justa la decisión del técnico? ¿Por qué no está en su mejor nivel? ¿Se debe ir luego de escuchar esa frase? ¿El equipo necesita un jugador de tales características?

Durante una semana el Mundo Estudiantes se partió en dos. De un lado los que pusieron el grito en el cielo y del otro quienes compartieron o no vieron tanto problema con tal decisión. Ayer, buena parte de los más de 500 hinchas que fueron al Country correspondían al primer grupo, ya que desde el minuto inicial lo empujaron al gol.

Mariano Pavone jugó los 70 minutos para eso. Corrió, luchó, asistió, pidió la pelota... Hizo todo para gustar y para hacer un gol, su mejor amigo que el último tiempo lo tuvo un poco abandonado. Lo logró dos veces, pudieron ser otras tantas y una vez el árbitro se lo sacó de la boca porque el asistente le marcó un off side muy polémico.

El primer tanto llegó a los 20 minutos del segundo tiempo, cuando dentro del área desvió un fuerte remate de Facundo Sánchez desde el sector derecho que se coló por el segundo palo de Nahuel Losada, que la vio pero nada pudo hacer. El segundo, casi sobre el final y el que cerró la goleada 3-0, fue una muy buena jugada colectiva: pase cruzado de Iván Gómez del centro a la izquierda, Sebastián Dubarbier llegó al fondo, tiró el pase atrás y Pavone, a la corrida, le pegó fuerte al mismo palo que había enviado el balón en la primera conquista.

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El festejo de la gente fue espontáneo. Más allá de algunos vaivenes, el amor por el jugador es genuino. Por eso con ese segundo gol se escuchó el “Pavooone, Pavooone” que en 2006 fue una moneda corriente en cada partido de Estudiantes.

Más allá de Pavone, una gran producción del equipo

En ese primer partido de la mañana, que a diferencia de lo anunciado tuvo al segundo equipo (algunos lo llaman suplentes) en acción, Estudiantes mostró cosas muy interesantes, sobre todo teniendo en cuenta que enfrente estaban los once titulares de All Boys, equipo de la B Nacional, con algunos jugadores de experiencia.

Manejó la pelota los 70 minutos. Fue dueño exclusivo del partido, con tenencia, presión y triangulaciones. Se vio un equipo más rápido que tiempo atrás, con rápido pasaje de la mitad de cancha hacia adelante y con sentido colectivo. Es verdad que tardó un poco en convertir y sigue con cierta falencia a la hora de probar al arco, pero jugó un muy aprobado partido.

El primer gol llegó a los 6 minutos, cuando Nicolás Talpone empujó en el segundo palo un centro perfecto desde la derecha enviado por Sánchez . Una alegría para el pibe que el año pasado estuvo alejado de las canchas.

Su rival, que en dos semanas arrancará el desafío de mantenerse en la B Nacional, casi que no pudo llegar hasta el arco de Mariano Andújar, una de las sorpresas de la mañana, ya que jugó para el segundo equipo cuando se pensó podía hacerlo en el de los titulares.

Además de Pavone se destacó Facundo Sánchez otra vez muy punzante por derecha como en los viejos tiempos, a Iván Gómez un jugador listo para reemplazar a Braña cuando sea necesario y a Sebastián Dubarbier, que cuando juega de mitad de cancha para adelante es un jugador interesantísimo. Juan Otero y Fernando Zuqui también jugaron aceptables, pero con virtudes y defectos conocidos.

Desábato salió para no cargar los músculos

Leandro Desábato jugó sólo 35 minutos, ya que al comienzo del complemento fue reemplazado por Jonatan Schunke. Se informó que fue sólo para evitar cargar sus músculos en plena pretemporada y con otro amistoso a la vuelta de la esquina.