Rueda de testigos para uno de los acusados por el doble crimen en el barrio Savoia
Edición Impresa | 24 de Enero de 2018 | 03:26

El joven de 28 años que fue detenido por su presunta participación en el doble crimen del barrio Savoia, en City Bell, será sometido hoy a una rueda de reconocimiento con -en principio- dos testigos del hecho, informaron fuentes judiciales.
Así lo resolvió el fiscal que instruye la causa, Marcelo Romero, después de que el imputado, Roberto Nicolás Basualdo (28), declaró en la indagatoria del lunes que nada tuvo que ver con la pelea que terminó con el homicidio de Maximiliano Mengarelli (24), ocurrido el sábado a la mañana después de una fiesta en una casa de 7 entre 475 y 476. Si los testigos lo identifican con certeza, su situación se verá más comprometida. La diligencia se hará hoy a la mañana en la sede de la DDI.
En el incidente del sábado fue asesinado también Rubén Octavo, de 22 años, crimen por el que fue imputada Laura Sosa, de 21.
Ella fue indagada el domingo, pero se negó a declarar y el fiscal Romero dispuso que quedara alojada en la comisaría de la Mujer, ya que está embarazada de dos meses y es mamá de un bebé lactante, informaron fuentes judiciales.
Según estos voceros, la situación procesal de la joven es “más complicada que la de Basualdo”, ya que hay más testigos que refirieron haberla visto “apuñalar por la espalda a Octavo”.
En su declaración ante el fiscal, Basualdo “reconoció que estuvo en la fiesta y que le rompieron el auto”, dijo un vocero judicial, pero “aclaró que no participó de la pelea” que terminó con los dos vecinos del barrio Savoia asesinados.
Los investigadores confirmaron que, además de las declaraciones de testigos, se secuestraron para la pesquisa “prendas y elementos en los allanamientos a los domicilios” de los imputados.
Como ya se informó, Sosa vive en la misma casa donde se hizo la fiesta. Ahí se secuestraron seis cuchillos de hoja lisa, una remera de Boca y una campera de Gimnasia con manchas hemáticas.
Basualdo es de la zona de 120 y 521, en Tolosa. A él le secuestraron un Fiat Uno de color celeste con los vidrios rotos.
El doble crimen sucedió a las 6 de la mañana del sábado, cuando, dicen los voceros, “algunos jóvenes de otro grupo del barrio Savoia” se acercaron a la casa donde había una fiesta organizada por los dueños de una casa de paredes pintadas de rosa.
el detonante
Por lo que cuentan los testigos, la intención de los recién llegados “no era entrar”, sino, aparentemente, “generar alguna pelea”, que tuvo como detonante la rotura de los vidrios de por lo menos uno de los autos que estaban estacionados en la calle: el Fiat Uno de Basualdo.
Los de adentro salieron enfurecidos y en segundos estalló el descontrol, con cruce de piedras, golpes y botellazos. Mientras, los vecinos ajenos a los disturbios llamaban al 911. “Eran más de 20 personas divididos en dos grupos”, contó un vocero”.
En medio de la tensión, un grupo de jóvenes se acercó a unos policías para pedirles que trasladaran en un patrullero a un amigo que estaba gravemente herido, inconsciente y perdiendo mucha sangre. Era Mengarelli, quien ingresó en el San Roque con “una herida de arma blanca en región lumbar, en paro cardiorespiratorio y no respondió a las maniobras de reanimación”, dijeron voceros del caso.
Minutos después llegó a ese hospital un auto particular que trasladaba a otro herido del mismo incidente, con una puñalada en la espalda que le perforó el pulmón.
Lo identificaron como Octavo, quien fue estabilizado y llevado al quirófano, pero murió durante la intervención.
En un primer momento la causa tenía la carátula de “doble homicidio en riña”, hasta que se aclaró que las víctimas no habían muerto por una pelea entre ellas, como se presumía en un principio, y cambió a “doble homicidio calificado”, trascendió de fuentes judiciales.
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