El gradualismo se mantiene en una economía indexada y con una solapada guerra con gremialistas

Por OSVALDO GRANADOS

Hasta junio el piso del dólar será 18,50 y el techo 21 pesos.

Si la inflación llega al 20 % este año, el dólar se moverá en la misma proporción. No habrá atrasos.

Lo mejor para la competitividad argentina es lo que sucedió con el real. Ante la condena de Lula, la moneda brasileña se afirmó. Hace un mes con 5 pesos argentinos comprabas un real. Hoy necesitas 6,26 pesos. Brasil es el principal socio comercial de nuestro país .

Luis Pagani de Arcor señalaba: “Me duele ver un país que en dos años se gastó 16.000 millones de dólares en turismo”.

“Nos estamos endeudando 25.000 millones de dólares por año”. “No tiene sentido”.

¿Van a devaluar de golpe?

No, como en todo, habrá gradualismo.

Miguel Bein agregaba: “Sin crecimiento económico no se baja la inflación y el déficit”.

La clave de estos días fue la reforma jubilatoria.

Bein lo explicaba así: “Cualquiera reforma jubilatoria en cualquier parte del mundo es antipopular”. “Fue un error el reconocimiento histórico”.

“La única forma de mejorar las cuentas fiscales es creciendo”. “ La recaudación depende de la inflación y el crecimiento”.

Reconoce como asesor de Daniel Scioli que no había reservas en el Banco Central, que la deuda era muy baja y lo primero que había que hacer era recuperar el crédito. Para eso era necesario -señala- salir del default.

ANTIBIÓTICO

Hoy las reservas del Banco Central: 62.500 millones de dólares son el mejor antibiótico contra cualquier sorpresa. Hoy rige la lógica de un año no electoral.

Todas las medidas, incluso las más dolorosas hay que tomarlas este año. Luz, gas, agua, trenes, subtes, colectivos, incluso necesitaban mover el tipo de cambio para dar más rentabilidad a las exportaciones y las inversiones y bajar las tasas para dar más crédito a las pymes.

La balanza comercial del año pasado tuvo el peor rojo de toda la historia; 7.471 millones de dólares. Hubo una fuerte alza de las importaciones. Los mayores déficit fueron con China y Brasil. Las mayores importaciones de autos y maquinaria agrícola, el repunte de la actividad y el retraso de las exportaciones del complejo sojero hicieron el resto.

El Banco Central comenzó a bajar la tasa de interés de referencia de 28,75 anual a 28, y después a 27,25 %. La ley se cumple inexorable: Años sin elecciones se hacen los ajustes y las devaluaciones.

Pierden posiciones los salarios especialmente en los primeros seis meses del año, para recuperarse cuando llegan las paritarias. Estas ahora entran en la etapa de definiciones. El Gobierno señala que no quiere “la cláusula gatillo”, cuando antes la defendía. Los sindicalistas se abrazan con fervor cuando antes la detestaban.

Lo que sucede que comenzamos a tener todo indexado. Los créditos UVA; los salarios; las jubilaciones, algunos impuestos. ¿Se puede bajar así la inflación?. Difícil.

Mientras tanto se avanza con los dirigentes sindicales.

Es cierto, en las encuestas son los más negativos para la gente, pero les están tocando la víscera más sensible. Cuando anunciaron que los jefes sindicales y los que manejan las Obras Sociales tienen que presentar declaraciones juradas, fue tomado casi como una declaración de guerra.

Por ultimo, la declaración del ex juez Eugenio Zaffaroni actual integrante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra el gobierno de Macri, pidiendo prácticamente que lo destituyan provocó reacciones importantes dentro y fuera del país.

Alguien que lo conoce me avisó: “Leíste toda la declaración”. “Se perdieron lo más importante”. Dice “los jueces que encarcelan y condenan a los dirigentes del gobierno anterior, tiene que tener cuidado cuando cambie la corriente”. ¿Está claro el mensaje?