Preocupante escasez de medicamentos para la diabetes

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Una agudización de la escasez en la Ciudad de tiras reactivas y medicamentos para controlar la glucemia fue denunciada por platenses que sufren diabetes y que, en las últimas jornadas, decidieron asistirse entre ellos, organizando bancos para ayudar en los casos de urgencia. Según aseguraron, en los hospitales no están entregando insulinas ni insumos, en tanto que muchas obras sociales redujeron la distribución de tiras reactivas.

Tal como detalló EL DIA una paciente puso de relieve que no logró que le dieran insulina en el Policlínico y que, obviamente, ello no ocurrió por culpa de la gente del Hospital, sino porque a ellos no les envían esa sustancia desde el ministerio de Salud. De modo que, para no interrumpir el tratamiento, tuvo que recurrir a la ayuda de la sociedad civil Apoyar. De hecho, casos como el suyo han llevado a que algunas organizaciones de pacientes crearan bancos solidarios de drogas e insumos para hacerle frente a la necesidad.

Directivos de esa entidad confirmaron que ante la angustia de muchas personas que sufren diabetes tipo I -una forma de la enfermedad que requiere un control más estricto para evitar descompensarse- este año decidieron organizar un banco solidario de drogas e insumos para ayudar a los que están en situaciones de mayor vulnerabilidad, valiéndose tanto de los sobrantes que donan algunas personas con diabetes como de las muestras que regalan visitadores médicos.

También las obras sociales están reduciendo la entrega de tiras reactivas a sus afiliados, lo que muestra que el problema es general. pese a la gravedad del escenario que describen los pacientes y directivos de entidades sociales, desde el ministerio de Salud se negó que estén faltando insumos y drogas para diabetes en los hospitales de la Provincia.

Sea como sea, debe tomarse en cuenta que en nuestro país se estima que hay más de 1.500.000 diabéticos, aunque de esa cantidad la mitad ignora que padece la enfermedad. Y el mayor problema consiste en que una persona con diabetes y que no realiza tratamiento termina comprometiendo la vista, el corazón, los riñones y el sistema nervioso. De allí la importancia de que se cumpla cabalmente con los programas de prevención y tratamiento.

Está claro que esas tareas de deben ser desarrolladas con intensidad y sin intermitencia por organismos de los gobiernos nacional, provinciales y municipales. Cada uno de ellos posee diferentes recursos, mecanismos y vías de llegada a la sociedad, y todos ellos deben ser utilizados con estos fines.

La experiencia enseña que, en muchas oportunidades, faltan medicamentos, drogas y otros insumos para el tratamiento de diversas enfermedades. Así también se suelen registrar faltantes a la hora de desplegar las diferentes campañas de vacunación, que el Estado impulsa y a las que, paradójicamente, suele privarlas de las dosis suficientes para que se conviertan en efectivas.

Es habitual que, asimismo, se registren desequilibrios en los suministros de medicamentos hacia los hospitales públicos por parte del área de Salud, no imputables a faltantes efectivas sino a fallas funcionales en los operativos. De allí que las autoridades sanitarias deban concentrar su atención en el problema que se plantea en la actualidad, que tiene que ver con una enfermedad cuyo mejor tratamiento no permite interrupciones de ninguna naturaleza.

 

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