Fue a robar con un cómplice a una YPF del Centro: lo repelieron a golpes
Edición Impresa | 24 de Octubre de 2018 | 02:24

“¡Me están robando!”, fue el grito de una de las empleadas a sus compañeros de la estación de servicio ubicada en diagonal 73 y 9.
Dos playeros, que en ese momento estaban ayudando a descargar el combustible de una cisterna hacia los piletones que alimentan los surtidores, dieron la vuelta al camión y alcanzaron a observar a dos sujetos.
Uno, que conducía una moto de alta cilindrada, llevaba casco. Su cómplice actuaba a rostro descubierto.
Sin pensarlo dos veces, se abalanzaron sobre los desconocidos.
“Alcanzamos a manotear al que iba atrás y lo bajamos” del rodado, indicó uno de los trabajadores a EL DIA.
Lo redujeron a golpes y lo mantuvieron en el suelo, hasta que la Policía se lo llevó detenido, poco después. En tanto, el secuaz aprovechó la situación para huir por calle 9, en dirección a 57.
El episodio ocurrió ayer por la tarde y causó revuelo en una zona muy transitada de la Ciudad.
Según explicaron los damnificados a este medio, se presume que quien manejaba el vehículo “tenía un arma”, que habría utilizado para amedrentar a la joven. “Eran dos motochorros, que fueron directo” a la joven, señalaron.
“Le mostraron algo parecido a una pistola y le pidieron el dinero que tenía y antes de que se escapen ella empezó a gritar”, agregaron los dos playeros.
Un testigo que observó todo lo sucedido refirió que “al ladrón lo agarraron dos y después se sumaron algunos más, el chofer del camión y unos taxistas que justo pasaban”.
Al delincuente lo golpearon tanto que debió ser trasladado por una ambulancia del SAME a un centro asistencial.
Cuando lo bajaron de la moto, parte del dinero que había intentado hurtar se desparramó por el suelo. En ese sentido, no se pudo confirmar si el individuo que se fugó logró quedarse con algo.
Uno de los encargados de la expendedora de combustible sostuvo que en medio de la golpiza “el chorro se largó a llorar y nos decía que él no había venido a robar, que la culpa la tenía el que escapó. Después dijo que tenía hijos y que le habíamos arruinado la vida”.
Por otro lado, todos los implicados debieron acercarse a la comisaría novena, donde realizaron la denuncia y relataron lo acontecido.
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