Tiroteo y 3 policías muertos por discusión de ruidos molestos

Dos efectivos de la Policía Federal y uno del Servicio Penitenciario Federal murieron ayer en La Pampa como consecuencia de un tiroteo que se habría desatado a raíz de un conflicto vecinal derivado de presuntos ruidos molestos durante una fiesta entre un grupo de efectivos.

Según informaron la Policía y la Justicia, un grupo de efectivos de la Federal se habían juntado a cenar el sábado en un departamento de Santa Rosa. La fiesta incluía música a todo volumen, según la investigación. Los ruidos alteraron la tranquilidad de su vecino, un agente del Servicio Penitenciario Federal (SPF) con el que no tenían una buena relación.

A las 3 de la madrugada se desató la tragedia. El guardia cárcel se presentó en el departamento para increpar a los dos agentes que habían quedado de esa reunión. Allí comenzaron los tiros y los tres terminaron muertos. Los peritos dijeron que hubo al menos 17 disparos​.

Según los investigadores, el guardia cárcel José Pablo Martínez (43) vivía allí con su hijo de 20. Su cuerpo presentaba tres impactos de bala: dos calibre 9 milímetros a la altura del abdomen y otro de escopeta en el pecho.

Los agentes de la Federal asesinados fueron identificados como David Garnica (29, jujeño) y el subinspector Gabriel Díaz (28, tucumano). El primero estaba de visita y el segundo vivía en el lugar.

Tenían un escopetazo cada uno: uno en la base de la columna y otro en la espalda, a la altura del hombro. Se presume, que el guardia cárcel los persiguió y los ejecutó.

La pelea se habría suscitado por los ruidos molestos en el primer piso del edificio de departamentos donde residían dos policías. El penitenciario vivía en la planta baja.

Según informó la Policía, los cuerpos fueron encontrados por otro oficial a las 6 de la mañana del domingo, cuando regresó a la propiedad.

Los vecinos escucharon los tiros, no llamaron a la Policía.

La fiscal de Delitos contra las Personas, Selva Paggi, informó a la prensa que “hubo un intercambio de disparos”, aunque remarcó que “todo es materia de investigación”.

El lugar, cerca de las 11 de la mañana del domingo se llenó de personal policial y peritos. Secuestraron dos pistolas 9 milímetros y una Bersa reglamentaria. En el cargador quedaban 4 o 5 balas. Los investigadores presumen que quien tiraba no pudo seguir haciéndolo y fue alcanzado en la espalda por un escopetazo. Y el otro federal iba a buscar el arma para defenderse, pero no llegó.