Durante la época prenavideña, Zagreb es una buena opción

Para muchos turistas, Croacia sólo es un destino de playa, pero en realidad tiene más para ofrecer en cualquier época del año

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ZAGREB

Por TOBAS SCHORMANN
DPA

¡Buuum! Los turistas junto al puesto de vino caliente en el que suena la canción navideña “Last Christmas” se estremecen y miran desconcertados hacia arriba. ¿Ya es Año Nuevo? Claro que no, pero por la ventana de la torre Lotrščak sale humo.

Todos los días a las 12:00 horas retumba el cañón situado en el cerro del centro histórico de Zagreb, ya desde hace más de 100 años, explica la guía turística Maja Halvaks.

Diez minutos después, cuando subimos a la torre, todavía huele a pólvora negra. Desde allí la vista de Zagreb es muy amplia. A un lado está el Medvednica (cerro de los osos, en croata), cubierto de nieve, y al otro el conjunto arquitectónico de la ciudad. El camino desde el aeropuerto pasa primero por un suburbio gris. Después, la arquitectura soviética cede el protagonismo a los edificios suntuosos del casco viejo. Aquí, muchos lugares se parecen a Viena. Las casas Art Nouveau recuerdan a la época del Imperio de los Habsburgo, cuando la ciudad, fundada en el siglo XI, todavía se llamaba Agram.

Directamente debajo de la torre Lotrščak se encuentra el miniteleférico que lleva a los turistas de la parte moderna de la ciudad, que está abajo, a la parte antigua, que está arriba. El viaje no dura ni un minuto y franquea un desnivel de 30 metros. ¿No es mejor ir caminando? Puede ser, pero no hay que subestimar la comida y el aguardiente croatas.

Huele a canela, a pan horneado y a carne asada. En una sartén gigantesca se amontonan salchichas. Tan solo en un puesto hay 12 variantes, desde salchicha de ciervo hasta salchicha con queso, pasando por salchicha con ajo. La cocina de los Balcanes siempre ha estado basada en la carne. Ćevapi (rollos de carne condimentada) y cosas por el estilo.

Sin embargo, la cocina croata no está compuesta únicamente por platos fuertes y sustanciosos. En la pradera de Vranyczany hay comida callejera como perritos calientes con pan de color rosa o negro y lombardo. El aspecto es exótico y el sabor, refinado. Y por supuesto no pueden faltar los Germknedla, bollitos tiernos y esponjosos rellenos de mermelada de ciruela con mantequilla y semillas.

Para muchos turistas, Croacia solo es un destino de playa, pero el país tiene mucho más que ofrecer, también durante la época prenavideña. La guía de viajes “Lonely Planet” eligió en 2017 a Zagreb como el destino número uno de su lista “Best of Europe”. Y un portal de viajes ha distinguido tres veces seguidas a esta ciudad por su mercado navideño.

 

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