Hora de terror para una familia por una entradera

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La rutina de una familia se vio súbitamente alterada ayer a la mañana con la irrupción de tres delincuentes armados y encapuchados en su chalet de Melchor Romero.

Con el matrimonio y sus dos hijos bajo control, los asaltantes, que ingresaron por los fondos de la vivienda situada en la esquina de 167 y 41 comenzaron a exigir a los gritos que les dieran dinero y todo lo de valor, mientras revisaban cada rincón de las dos habitaciones.

“CREÍAN QUE HABÍA MÁS DINERO”

“No se cansaban de pedirnos plata y les dimos 2.000 pesos, pero creían que había un monto mayor y entonces no sólo dieron vuelta los dos dormitorios, sino que buscaron hasta en la cocina”, contó a este diario la dueña de una casa, quien pidió resguardar su identidad.

En esa búsqueda frenética, los intrusos se demoraron más de una hora dentro del domicilio, hasta que “se dieron cuenta de que no teníamos más plata y uno revoleó un tupper de la bronca”.

Esa reacción fue la antesala de la fuga. La mujer señaló que además de los 2.000 pesos, los asaltantes sustrajeron algunos electrodomésticos y dos celulares que cargaron en el vehículo de la familia, un Chevrolet Ónix de color gris.

Tras la denuncia que hicieron los damnificados al 911, policías de la comisaría Decimocuarta pudieron localizar el coche abandonado en 167 entre 35 y 36, con todos los electrodomésticos robados adentro.

Los ladrones no estaban, pero como entre los elementos sustraídos había tres teléfonos iPhone con rastreo satelital y uno se activó en 153 entre 35 y 36, los efectivos se dirigieron hacia el lugar.

Allí observaron a dos hombres que salían a la carrera de un descampado, por lo que emprendieron una persecución que terminó con uno de ellos detenido dentro de una casa que identificó como suya.

Los vecinos no lo ayudaron: dijeron que no lo conocían y se lo demoró con un manojo de llaves de la finca asaltada. Se secuestran dos teléfonos celulares hallados por rastreo en la calle 156 entre 527 y 528.

 

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