Theresa May salió a enfrentar una rebelión en su partido por el Brexit

Algunas figuras del Partido Conservador pidieron un voto de censura que podría provocar la caída del gobierno

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LONDRES

La jefa de gobierno británica, Theresa May, nombró ayer a un euroescéptico como nuevo ministro para el Brexit y recibió el apoyo de dos destacadas figuras de su partido, un tubo de oxígeno ante la amenaza de una moción de censura.

Un día después de la renuncia de Dominic Raab, May nombró como su sucesor al abogado euroescéptico Stephen Barclay, de 46 años, hasta ahora secretario de Estado de Salud. Por su parte la ex ministra de Interior Amber Rudd, fiel colaboradora de la jefa de gobierno, será la nueva titular de Trabajo y Pensiones, informó Downing Street.

En una jornada frenética, el jueves habían renunciado cuatro miembros del gobierno descontentos con el proyecto de acuerdo de Brexit negociado con Bruselas, lo que debilitó a May en un momento crítico.

Pero ayer el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, una figura influyente entre los euroescépticos, dijo que confiaba “absolutamente” en ella.

“Un acuerdo es mejor que ningún acuerdo, las empresas necesitan certeza”, agregó el ministro de Comercio Internacional, Liam Fox, otro abanderado del Brexit.

“Lo que necesitamos ahora es estabilidad”, afirmó.

Un afirmación con la que coincidían dos analistas de la London School of Economics: “Los críticos de May piensan que podemos obtener un acuerdo ‘mejor’, pero ¿en base a qué?”, se preguntaban Michael Ellington y Costas Milas en una nota.

“Nuestros socios de la UE se dieron cuenta hace tiempo (...) de que nuestro gobierno es un ‘desbarajuste’. ¿Por qué estarían dispuestos a darnos más cuando estamos en una posición tan débil para negociar?”, escribían.

CAMPAÑA

Determinada a sortear los golpes y seguir adelante, May lanzó una inusual campaña mediática para ganarse el apoyo de la opinión pública.

La jefa de gobierno, a quien muchos reprochan una frialdad que la distancia del británico de a pie, respondió a las preguntas del programa de radio del periodista Nick Ferrari, conocido por poner a destacados políticos en situaciones comprometidas en directo, en la emisora privada LBC.

“Mucha gente que votó por salir” de la Unión Europea en el referéndum de 2016 “lo que quería era asegurarse de que las decisiones se toman aquí, en el Reino Unido” y no en Bruselas, afirmó la primera ministra.

“Eso es exactamente lo que permite el acuerdo que he negociado”, aseguró.

May lanzaba su campaña de seducción al mismo tiempo que, en el parlamento, diputados probrexit de su propio Partido Conservador montaban una maniobra para arrebatarle el liderazgo.

El jueves, un destacado legislador conservador, el euroescéptico Jacob Rees-Mogg, pidió un voto de censura.

Para iniciarlo se necesita que al menos 48 legisladores de la formación de May escriban peticiones similares. Más de 20 lo hicieron ya públicamente, pero se desconoce cuántos lo hicieron en privado. (AFP)

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