Trump visitó la zona devastada por los incendios donde hay 1.000 desaparecidos
Edición Impresa | 18 de Noviembre de 2018 | 05:32

PARADISE
Espesas humaredas, casas en ruinas, autos calcinados: un espectáculo de desolación encontró ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump a su llegada a Paradise, una pequeña ciudad devastada por el incendio más mortífero de la historia en California.
Con un rostro grave, el presidente estadounidense, constató en el lugar el alcance del desastre, acompañado de la alcaldesa de Paradise, Jody Jones.
“Es triste de ver”, dijo Trump tras haber pasado unos 20 minutos en un campamento de casas rodantes donde sólo una bandera nacional aportaba algo de color a un paisaje de cenizas.
“En cuanto al número de muertos, nadie lo sabe verdaderamente en estos momentos, hay muchos desaparecidos”, comentó.
El incendio llamado “Camp Fire”, que comenzó hace más de una semana en la pequeña localidad de Paradise, ha destruido cerca de 60.000 hectáreas en el norte del estado, dejando 71 muertos y más de 1.000 personas desaparecidas. En el sur del estado, cerca de Los Ángeles, el “Woolsey Fire” ha quemado en tanto unas 40.000 hectáreas, incluidas partes del balneario de Malibú, hogar de muchas estrellas, y ha dejado al menos otros tres muertos.
Desde los primeros días de este incendio, Trump denunció la mala gestión forestal por parte de las autoridades de California, olvidando que en su mayoría se encuentran bajo control federal. California se opone a las políticas del presidente en todos los frentes, desde la migración hasta el medio ambiente. El estado más habitado del país, es también el que cuenta con mayor cantidad de inmigrantes y de indocumentados, uno de los principales blancos de la política gubernamental. En el último año, California ha tenido varios incendios importantes, con un total de más de 100 muertos. (AP, EFE y AFP)
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