Sedantes e intentos de descanso en horas de inmenso dolor

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Con la contención de familiares, los padres de Ciro, Soledad Marcos y David Peñalva intentaban sobrellevar el dolor sin fin que, según indicaron diversas fuentes cercanas, los lastima desde hace dos días. La mujer, herida por Chirino en el pómulo derecho, estuvo en el Hospital San Martín hasta la noche del lunes. “La paciente recibió el alta voluntaria y si bien el protocolo dice que debería quedarse 24 horas más y el sector de Salud mental le aconsejó eso, ella decidió irse”, explicó el director del hospital, Alberto Urban. Según le contaron a este diario fuentes cercanas a la familia, tanto a Soledad como a Alicia, su madre, se les recomendó sedación para poder descansar antenoche. Ni ellas, ni los tres hijos que Soledad tuvo con Chirino volvieron a la casa. Alicia pasó la noche en la casa de su otro hijo, Ramiro. En tanto, la mujer herida fue contenida junto a los nenes por una amiga, quien puso a disposición su casa.

En horas donde la familia se despedía de Ciro en un cementerio privado, primos de la mamá se encargaban de devolver a la vivienda de Tolosa la apariencia y el clima de hogar, roto por la violencia del martes.

David Peñalva intentaba descansar en su casa de San Carlos junto a su esposa María Belén y la madre de la mujer. “Es como si hubiese estado en shock y hoy -por ayer- se lo ve más dolorido, consternado”, contaron cerca del papá de Ciro. El hombre -se explicó- buscaba dormir un poco a media tarde. El martes había abandonado el Hospital de Gonnet tras el choque que sufrió cuando cruzaba la Ciudad, alertado por los mensajes de muerte que le envió el asesino de su hijo. Cuando él se iba, a Chirino lo llevaban con un tiro en la cabeza.

 

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