“Algo celosa”: la comedia más taquillera de Francia se mete con el tabú de los celos entre madre e hija

Los hermanos Foenkinos estrenan una cinta sobre una profesora divorciada con dificultades para aceptar el paso del tiempo

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Tras el éxito de su primera película juntos, “La delicadeza” (2011), adaptación de la novela superventas de David Foenkinos, éste y su hermano Stéphane abordan la crisis de los 50 en “Algo celosa”, una comedia incómoda que se estrena el jueves en La Plata.

La película, protagonizada por Karine Viard (”La familia Bélier”) y que en Francia ha recaudado cerca de 5 millones de euros, se atreve con un doble tabú en el cine: las dificultades de aceptar el envejecimiento y los celos madre-hija.

“Es eso lo que nos atraía, hablar de cosas de las que no se habla”, explica Stéphane Foenkinos, aunque precisamente en el último año se han estrenado varias cintas francesas centradas en los avatares de mujeres en la cincuentena, como “50 primaveras”, con Agnes Jaoui, o “Un sol interior”, protagonizada por Juliette Binoche, que se ha colado en varias cintas de “lo mejor del año”.

“No creo en el azar, estamos en un momento de liberación de la palabra de la mujer”, señala el mayor de los Foenkinos, coguionista y codirector del filme, junto a su hermano.

Karine Viard da vida a Nathalie, una profesora divorciada cuyas dificultades para aceptar el paso del tiempo se traducen en sentimientos de celos enfermizos hacia su ex marido, sus amigos, sus vecinos e incluso hacia su hija, una bailarina de ballet de 18 años. Contra lo que pueda esperarse de una comedia taquillera, el guión huye de los clásicos tres actos con redención final. “Para David y para mí era importante la sorpresa; buscábamos sorprendernos mutuamente para trasladar esa sensación al espectador”, señala.

Los desconocidos y los encuentros inesperados acaban por tener una importancia decisiva en esta historia, algo que tiene mucho que ver con el desarrollo profesional de los hermanos Foenkinos. Stéphane era profesor cuando conoció al actor Jacques Doillon, que le abrió las puertas a la dirección de casting primero, a la que se ha dedicado durante años, incluyendo títulos de Woody Allen o Robert Zemeckis. Y su hermano trabajaba en el mundo editorial antes de escribir su primera novela.

“Creo en la fuerza de uno mismo pero combinada con la mirada de los otros”, sostiene Foenkinos. “Solemos ir por la vida empeñados en el camino recto, pero es cuando tomas un pequeño desvío inesperado cuando encuentras lo que necesitas”.

 

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