“100 días para enamorarse” La tira que rompió barreras llega a su fin
Edición Impresa | 12 de Diciembre de 2018 | 02:32

“100 días para enamorarse” llega a su final esta noche, tras 120 episodios que marcaron el punto más alto de audiencia televisiva durante 2018. Algo que sería común hace apenas un lustro, pero que hoy es una rareza: una tira diaria nacional en el prime time con ratings altos, superando incluso a realities como el baile de Tinelli.
Y de hecho, la comedia de Underground puede ser tanto la última en su especie, en días donde la producción nacional se vuelca a las miniseries coproducidas para exportar al exterior, con un lenguaje más cercano a las series de Netflix; como también una llave para que la tevé de aire recupere cierto lugar a través de propuestas clásicas pero con un grado más de cuidado, producción y osadía para atraer a un público exigente y siempre fugitivo.
La osadía parece haber sido la clave de esta comedia bien “Underground”: Pablo Cullel, socio de Sebastián Ortega en Underground y uno de los productores de la ficción de Telefé, consideró que poner a las mujeres al frente de las decisiones en sus parejas y tratar temas álgidos como el transgenéro, el aborto y el poliamor fueron el sustento del éxito de la serie.
La telenovela abordó temáticas diversas como la identidad de género y la despenalización del aborto, lo que provocó intensos debates. “Hay programas a los que percibís que les puede ir muy bien. Uno siempre hace programas para tener éxito, pero no es algo que puedas mensurar porque hay un factor mágico que sucede o no sucede cuando el programa se estrena, por más que achiques todos los riesgos. Sentimos que era un programa oportuno, porque iba a hablar de algo que creo que a todo el mundo le interesa, que tiene que ver con las nuevas maneras del amor y de cómo llevar adelante una pareja después de los cuarenta y pico cuando sentís que hay cierto hastío”, cuenta Cullel.
Y agrega: “También veníamos hablando hace tiempo de poner a las mujeres al frente. En ese sentido es oportuno, no oportunista, por el hecho de que son ellas las que toman la decisión. En la antigua telenovela de género, la mujer era la que padecía y era víctima del hombre. Acá ninguno es víctima de nada, a los dos les pasan cosas y en definitiva ellas toman la decisión”.
A su vez, la tira introdujo el drama de Juan, un chico trans encarnado por Maite Lanata. “Creíamos que debía ser uno de los conflictos de la historia, porque teníamos ganas de contar ese tema. Siempre en nuestra historia televisiva hemos tocado temas de diversidad a lo largo del tiempo, que se fue adaptando a lo que pasaba en la sociedad, pero este tema nos parecía que era un conflicto de aquí y ahora que no estaba visibilizado y nos parecía bueno poder mostrar el tránsito absoluto de un adolescente que se siente varón”, dice el productor.
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